La crisis maicera requiere nuevas reglas y políticas públicas eficientes para recuperar el valioso cultivo, del cual ya somos primer importador mundial, octavo productor y cuarto consumidor

Por Amado Vázquez Martínez

Hace 10 años México era el cuarto productor mundial de maíz, pero es el octavo y de acuerdo al Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), es el primer importador mundial por encima de China, por lo que se requieren nuevas políticas públicas para el campo en la próxima administración, pues el país está en un índice de debilidad al depender del exterior y eso pone en riesgo la seguridad alimentaria, pese a lo cual aún somos el primer productor mundial de maíz blanco.

El giro en el sexenio actual se favorece a los pequeños productores con programas públicos y esta medida busca apoyar a medianos y grandes productores para cambiarlos por programas del Bienestar favoreció al pequeño productor -muy merecido-, pero no a la producción, precipitaron una crisis nunca antes vista entre los maiceros.

Para conocer el panorama actual de la producción de maíz desde un punto de vista objetivo y constructivo de soluciones del problema, Tierra Fértil entrevistó al titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, así como con Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Además, consultamos la opinión de la producción de maíz en Jalisco de la titular de Sader del Gobierno del Estado jalisciense, Ana Lucía Camacho Sevilla y del director del director del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Luis Fernando Haro, junto con el punto de vista del productor de maíz Jorge Mondragón expusieron su punto de vista sobre el tema.

EN REVERSA

La nación es el octavo productor de maíz a nivel mundial, cuando hace 10 años éramos el cuarto y hemos ido cayendo en virtud de que países como Argentina, India y Ucrania son más productivos que nosotros… pero, aun así, «somos es el mayor productor de maicero del mundo en grano blanco y somos autosuficientes», opina Juan Carlo Anaya.

En el sexenio del presidente Salinas hubo una política de promover la siembra de maíz blanco, donde el mejor fertilizante fue el precio de garantía en aquella época de 245 dólares y de producir en 1989, 11 millones de toneladas, al final del sexenio del presidente Salinas acabamos con 18.2 millones de toneladas, que ha sido la producción y con mayor aumento récord del 65%.

Con el presidente Zedillo la producción no aumentó sino se mantuvo en 18 millones, aunque luego cayó 3%; con el presidente Fox aumentó la producción en un 21% y con el presidente Felipe Calderón hubo una fuerte caída por las heladas y sequías en Sinaloa; mientras que con el presidente Enrique Peña Nieto la producción aumentó alrededor del 20%.

Sin embargo, a partir del sexenio del presidente López Obrador, la producción ha tenido la mayor disminución con 12%, derivado a que la producción no ha aumentado y a que llevamos los ciclos con sequías que perjudicaron la producción, pero también por los programas actuales del Gobierno como producción para el Bienestar que no han sido productivos; aunque el titular de Sader, por su parte, apunta que tales programas abatieron la pobreza, según Coneval, aunque Anaya reitera que tales programas «son más bien entrega de apoyos a pequeños productores y eso ha provocado que aunque sea dado programas importantes para pequeños productores en el sur sureste de entrega de fertilizante regalado».  

SIN APOYOS

Los programas como «Producción del Bienestar» que sería el antiguo Procampo, con precios de garantía, no ha funcionado correctamente, pues la producción en el sureste mexicano en 2018 era de 27.17 millones de toneladas y en el 2023 de 27.55 millones «y pues vemos que aún con esos programas la producción del sur sureste no ha aumentado y lamentablemente en el sur sureste la producción va a quedar en 23.3 millones de toneladas», dice el Director del GCMA.

«Eso está provocando que México, al ser el cuarto país más consumidor, con el incremento del consumo del sector pecuario, el año pasado éramos el segundo importador después de China y hoy somos el primero en virtud de que las importaciones en este en este sexenio se están incrementando un 47%.

«En 2019 importamos 16.25 millones y este año estiman 23.9 millones, que van a hacer que México sea el mayor importador de maíz a nivel mundial», dice Juan Carlos Anaya, aunque el titular de Sader afirma que, por el buen temporal, podría producirse un millón más de toneladas de maíz.

«En el tema de granos y oleaginosas solamente vamos a producir el 44% de lo que necesitamos y el otro 56% lo vamos a importar; en el caso del maíz, vamos a importar el 50% y lo que establece la FAO es que para que un país tenga seguridad alimentaria debe producir cuando menos el 70% de sus alimentos».

INSEGURIDAD ALIMENTARIA

Luego, habla de escenarios complicados: «Si nuestros socios comerciales tuvieran o hubiera una catástrofe, corremos riesgos de seguridad alimentaria, ya que dependemos mucho del exterior para abastecer nuestro mercado interno».

«El tema es que México no está produciendo lo que necesita el país; sí, ahora el mundo tiene excedentes, producen maíces genéticamente modificados amarillo y tanto Estados Unidos como Sudáfrica generan maíces blancos que en su mayoría son genéticamente modificados».

Comenta que «afortunadamente, México es autosuficiente en maíz blanco, aunque este año los excedentes de blanco van a ser los más bajos, vamos a tener un excedente de un millón y medio;  en contraste con el año pasado que hubo cuatro millones».

«En términos de maíz, México está en un índice de mucha debilidad al depender del exterior y eso es poner en riesgo la seguridad alimentaria con un producto tan importante para el consumo humano y no se diga para el consumo animal e industrial que también es fundamental en el sector agropecuario del país».

PRECIO INTERNACIONAL

El Director de GCMA cita que todos los precios del grano se basan en el precio internacional fijado por la bolsa de Chicago, «que queramos o no, es el gran referente mundial y es de maíz en general, no es de amarillo, es de maíz y recuerda que el diferencial de precio que existe en los maíces no es el futuro, sino más bien las bases, el premio; virtualmente el maíz blanco es más caro que el amarillo».

LA IMPORTACIÓN

Interrogado respecto a la presunta importación de maíz amarillo o blanco transgénico para consumo humano, cita que «ya se prohibió la entrada de maíz genéticamente modificado (blanco) y lo único que se ha importado hasta junio son 160 mil toneladas de Estados Unidos, que viene certificado libre de Organismo Genéticamente Modificado (OGM).

«Hasta este mes, hay maíz blanco importado, pero es importado libre de OGM para el consumo de la tortilla; ahora, si la industria del nixtamal usa maíz amarillo importado que es genéticamente modificado, ahí sí incumplen con la norma».

Explica que hasta hoy no existe una norma oficial que prohíba el uso de maíces genéticamente modificados en elaboración de la tortilla; lo que existe es un decreto, pero todavía no hay una norma que pueda permitir que Cofepris pueda hacer revisiones al respecto y qué bueno porque se nos ha caído la producción en este sexenio.

Cita que el actual gobierno «le ha apostado a dar apoyos al pequeño productor, no a la productividad y yo creo que todos los productores son mexicanos, se la juegan, aún corren mucho riesgos con sequía, exceso de lluvias y creo que es una política discriminatoria».

«Creo que también debe haber una política de darle más al pequeño, pero sin dejar de apoyar al mediano y al grande que también se la juegan y se la rifan por el abasto de país en el mercado mexicano».

«Sí, creo es una política discriminatoria» y ejemplifica al decir que en Estados Unidos los programas de apoyo de ingreso objetivo se dan a todos los productores, «claro, hay topes para que no pueda llevarse la mayoría los grandes productores».

MENOS SIEMBRAS

De la caída de los precios del maíz, apunta que obedece a la gran producción de maíz global, «estamos viendo los precios de futuro más bajos desde octubre del 2020, eso pone en riesgo la rentabilidad de los productores y que siembren».

«Afortunadamente, para el ciclo primavera verano que viene ahorita en octubre, el tipo de cambio ha regresado y esto permite que el precio aumente 600 pesos nada más por la paridad del peso-dólar».

¿Habrá menos maíz?, se le interroga, a lo que responde que «sí hubo una disminución importante tanto en Sinaloa y Sonora por falta de agua e igual en Tamaulipas y en el primavera/verano ocurrió que alguna superficie de Guanajuato y algo Michoacán cultivaron sorgo en vez de maíz, pero la cosecha del cereal del primavera/verano, con estas lluvias, va a ser una cosecha no muy buena, pero similar o por arriba del año pasado».

«El tema es que la demanda sigue creciendo y ya ahorita para el mes de julio, aunque no hay las cifras oficiales, ya llevamos importadas más de 13 millones de toneladas, cifra superior a la del año pasado en 46 por ciento», explica Anaya.

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