Por Amado Vázquez Martínez

Ciudad de México.- El arancel al tomate mexicano sería muy perjudicial para los productores nacionales, por lo que autoridades y productores ya buscan solucionar el problema, según señalaron productores tras reunirse con el titular de Sader, Julio Berdegué Sacristán, porque de no renegociarse el arancel planeado para el 14 de julio, la cadena mexicana resultaría seriamente afectada.

Cabe señalar que el impacto de dicho impuesto afectaría gravemente a la agroindustria tomatera nacional que genera medio millón de empleos directos al producir 3.7 millones de toneladas en 25 mil hectáreas y que exportó en 2024 tres mil 243 millones de dólares (1.87 millones de toneladas), esto es, 86% de todas las importaciones de jitomate de Estados Unidos.

Al respecto, Tierra Fértil consultó la opinión de Juan Carlos Anaya, presidente del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), además, Ricardo Ramonet Rascón, presidente de la Asociación de Organismos agrícolas del Norte de Sonora (Aoans), dijo públicamente en que ya es necesario encontrar solución al tema.

En la actualidad, el tomate mexicano representa aproximadamente el 55% del consumo en Estados Unidos, mientras que el 98% de las exportaciones mexicanas de tomate tienen como destino ese mercado, ya que anualmente, en promedio, se envían a la nación vecina al menos 1.87 millones de toneladas de diversas clases de tomates, según cifras del GCMA.

Dice el GCMA que «la decisión estadounidense parece estar influenciada por presiones de productores de Florida, quienes en repetidas ocasiones han presentado acusaciones de dumping sin que se comprueben de manera concluyente, en lugar de abordar problemas estructurales de productividad».

Cita que la Universidad de Arizona establece en un estudio que la imposición de aranceles al tomate mexicano podría incrementar en más del 50% el precio por contenedor exportado al mercado estadounidense, lo que afectaría directamente a consumidores, distribuidores y cadenas de autoservicio.