Es una de las enfermedades que ha causado molestias al sector productor de aguacate, presente en postcosecha y causada por hongos fitopatógenos Colletotrichum gloeosporioides.

Por Yanmei King Loeza | Q/Apeajal

Los agricultores se han enfrentado a numerosos retos que amenazan la producción, algunos de estos cultivos ya han desaparecido, otros se han adaptado y siguen siendo muy exitosos, pero hay una amenaza, muy letal para el aguacate, llamada antracnosis, enfermedad que afecta hojas, tallos y frutos jóvenes, distribuida en la mayoría de las zonas de producción a nivel mundial, la cual puede causar más del 37% de pérdidas del fruto.

Numerosos estudios han observado que cada vez se presentan más variaciones en el clima, que concuerdan con las percepciones de los agricultores de que cada vez es más frecuente tener fenómenos climáticos fuera de lo normal.

AGRICULTURA VULNERABLE

La agricultura es particularmente vulnerable a la variación del clima, en especial al aumento de la temperatura, cambios que causan estrés en las plantas, teniendo efectos sobre la germinación de las semillas, en otras etapas del desarrollo comienzan a afectar procesos tan importantes como la fotosíntesis, la respiración y daña estructuras celulares.

Paradójicamente, ante este tipo de daños en sus estructuras, la planta comenzará a producir especies reactivas de oxígeno y a la larga afectan el crecimiento y desarrollo de las plantas, traduciéndose en una baja en el rendimiento, lo que finalmente golpea el bolsillo de los productores.

Para agravar la situación, los cambios en las precipitaciones de acuerdo con algunos investigadores pueden afectar los rendimientos entre el 10 y el 21%, afectando el rendimiento de los cultivos.

Actualmente no se sabe con exactitud cómo el cambio climático afecta a plagas y enfermedades, pero sí se ha detectado que, a raíz de este, se crean condiciones favorables para la supervivencia de enfermedades y aumento en incidencia de plagas.

El aumento en la temperatura incrementa el número de ciclos de plagas, dificultando su control, además de que amplían su distribución, obligando a los agricultores a establecerse en regiones menos adecuadas para que sus cultivos prosperen.

AGUACATE Y ANTRACNOSIS

Según datos de la FAO, hasta el 40% de los cultivos alimentarios se pierden por causa de las plagas y enfermedades, pero el cultivo del aguacate no es la excepción.

El aguacate se ve severamente afectado en sus procesos reproductivos por las altas temperaturas, cambiando sus tiempos de floración, afectando a la viabilidad del polen y perjudicando al proceso de cuajado del fruto.

En Jalisco, este año las altas temperaturas afectaron al desarrollo de los frutos, en algunos casos fomentando la autopolinización, con la desventaja de que el aguacate tiene un mecanismo mediante el cual descarta frutos no viables, absición, dando preferencia a la supervivencia de aquellos frutos resultado de la fecundación cruzada, además a temperaturas mayores a 28° C hay mayor absición de frutos.

Además, las altas temperaturas han traído consigo cambios en la incidencia de plagas y enfermedades que afectan al aguacate; actualmente, una de las enfermedades que ha causado molestias al sector productor es la antracnosis, la enfermedad más presente en postcosecha, causada por especies de hongos fitopatógenos de los deuteromicetes: Colletotrichum gloeosporioides.

AFECTA AL FRUTO

La antracnosis afecta hojas, tallos y frutos jóvenes, pero en frutos maduros causa pudrición, aunque se encuentra distribuida en la mayoría de las zonas de producción a nivel mundial,  enfermedad QUE puede causar hasta 80 % de pérdidas del fruto, ya que además de estar presente en huertos, la fruta puede ser cosechada sin presentar síntomas y desarrollar la enfermedad durante el almacenamiento y comercialización.

En las hojas se observan como lesiones cloróticas que después se necrosan mostrando una coloración café, mientras que, en inflorescencias, se perciben lesiones negras que causan el aborto de frutos.  El tallo se cubre de masas de color salmón; los conidios del hongo, es decir estructuras asexuales del hongo que se reproducen cada 15 días y generan nuevas lesiones alargadas.

En los frutos se pueden observar cómo manchas irregulares marrones que se tornan grisáceas o negras, con hundimiento del sitio afectado; puede penetrar en los estados iniciales de desarrollo y posteriormente se esparce por la cutícula y la pulpa causando ablandamiento.

En los huertos, puede permanecer en un estado de latencia esperando condiciones ambientales favorables como un nivel alto de humedad (HR 90%) y temperaturas de 28-29°C y cuando hay humedad en el ambiente el hongo produce esporas que son dispersadas por la lluvia, viento o incluso por contacto.

Los frutos momificados que se encuentran tirados o colgando en ramas, además de la hojarasca y las ramas secas son fuente de inoculo de la enfermedad, donde se encuentra la fase sexual del hongo Glomerella cingulata. 

EL REMEDIO

Para evitar este tipo de enfermedades, hay que llevar a cabo diferentes estrategias, como el control cultural que implica la poda y remoción de ramas secas, y frutos momificados, el aclaramiento de huertos, mantener siempre un buen drenaje, finalmente está también el control químico.

Sin embargo, siempre es conveniente la implementación de otro tipo de soluciones; la introducción de portainjertos resistentes a las variedades actuales presenta una buena alternativa para reducir los daños ocasionados por la enfermedad.

También, la investigación de nuevas variedades con mayor resistencia a las altas temperaturas podría brindar árboles mejor adaptados y resistentes a enfermedades. 

Por otra parte, investigadores mexicanos han propuesto el uso de la levadura Yamadazyma mexicana LPa14 encapsulada para el tratamiento de la enfermedad con resultados muy prometedores. 

Si bien los métodos químicos pueden ser más económicos, hay que apreciar esta situación como un reto para la innovación y participar como industria en el desarrollo de medias preventivas mucho más efectivas que beneficien a todos. 

Como bien menciona el Ing. Michel Espinoza, director de Apeajal, los cambios bruscos de temperatura y el no tener un temporal de lluvias definido agrava el problema de antracnosis, pero el monitoreo y el diagnóstico oportuno, así como un plan de manejo integrado para enfermedades son esenciales.

No hay que perder de vista que una vez que las enfermedades se establecen es difícil erradicarlas, consumiendo recursos y tiempo, por lo que la mejor estrategia es la prevención.

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