Por Amado Vázquez Martínez

Zapopan, Jalisco, 09 de Diciembre de 2024.- La industria tequilera celebra cinco décadas  del reconocimiento de la primera Denominación de Origen de México (DOT), el tequila, que, de acuerdo con el Consejo Regulador del Tequila A.C. (CRT), tal distinción marcó un antes y un después al convertirse en símbolo de identidad nacional y referente mundial de una bebida auténtica y de calidad que está en el paladar de los más conocedores del orbe.

El 9 de diciembre de 1974, al publicarse en el Diario Oficial de la Federación su declaratoria general, la DOT marcó un hito que permitió a la bebida mexicana posicionarse en el mercado internacional, en sus primeros años, especialmente en la década de 1970.

En esa época, el tequila acompañó la transformación de un México en pleno crecimiento, cuando comenzaba a estructurarse económicamente en la década de 1980, mientras la agroindustria tequilera se consolidaba en paralelo como una gran agroempresa.

En el medio siglo de la Denominación, el Tequila fue testigo de la innovación constante, ya que en la década de  1990, la agroindustria miró hacia el futuro, con la introducción de nuevas técnicas de producción y una fuerte apuesta por la diversificación.

 

LA INTERNACIONALIZACIÓN

El CRT relata que en el año 2000, la modernidad en la sociedad mexicana permitió que el tequila viviera una nueva etapa de internacionalización, expandiendo su presencia y fue el Consejo Regulador del Tequila quien ha jugado un papel crucial en este proceso.

«Desde su creación, su labor en la inspección, análisis y certificación del tequila ha sido fundamental para garantizar su calidad y proteger su origen. La vigilancia permanente de la Denominación de Origen y sus productos en todo el mundo ha sido una de las piedras angulares para salvaguardar el legado de esta bebida», precisa el CRT.

Los retos de la agroindustria tequilera han permitido enfrentarlos gracias a la unidad de la Cadena Productiva Agave Tequila, pues tanto los productores de agave, productores de tequila, como los envasadores y comercializadores son indispensables para mantener la estabilidad y la evolución de la producción tequilera.

«Es un lazo de unión para los mexicanos, un compañero en las celebraciones más grandes, y un consuelo en los momentos difíciles, bebida que nos conecta como nación, que refleja nuestra historia, nuestra cultura y nuestra identidad. A lo largo de estos 50 años, el Tequila ha logrado ser mucho más que una bebida».

«La agroindustria tequilera avanza con optimismo, trabajando en conjunto para asegurar que en los próximos 50 años de esta Denominación de Origen continúen su historia de éxito, crecimiento y unión» de todos los que la integran y la hacen grande.

 

En 1974, cuando el tequila recibió la DOT, la agroindustria producía 53 millones de litros y se exportaban 23 millones de litros, en el último año la producción de Tequila fue de 599 millones de litros y fueron exportados 399 millones de litros.