Para el presidente de ANFACA, el campo atraviesa un difícil momento en maíz y leche por la importación de productos y la sequía, por lo cual los industrializadores se solidarizan con el sector

Por Amado Vázquez Martínez

Aunque el 2023 fue un año complejo para la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Consumo Animal, A.C. (ANFACA), y México se ubicó como el quinto fabricante de alimentos balanceados en el mundo y tercero en América Latina, el sector está contraído por temas como la sequía, los problemas del sector lechero y el maicero, particularmente en entidades como Jalisco, Sinaloa y Sonora, entre otras.

Así lo comenta en entrevista con Tierra Fértil Rogelio Mora Delgado, presidente del organismo, al apuntar que la agroindustria de los alimentos balanceados está íntimamente ligada al tema del campo mexicano porque es al que le compra materia prima y le vende alimentos balanceados para el sector pecuario, mascotas y acuicultores, además de adquirir carne en el sector.

En 2023, la industria de alimentos balanceados para animales en México esperaba cerrar el año con un crecimiento del 2.3% en volumen respecto a 2022 y la producción alcanzó un volumen superior a 40 millones de toneladas, manteniendo a México en la quinta posición a nivel mundial y tercero en América, cita el anuario «La Industria Alimentaria Animal de México 2023» del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (CONAFAB).

Al respecto, el presidente de ANFACA comenta que, efectivamente el mercado está contraído por diversos factores como el mercado global, los granos y la falta de competitividad del sector agropecuario, que produce a precios más caros que sus competidores, como Estados Unidos y Brasil.

CADENA AFECTADA

«No somos exportadores de pollo, se saturó el mercado, hay precios bajos al productor que no ayudan mucho» y en la cadena productiva al final de los eslabones hay precios inflados, lo que se traduce en una menor ganancia para toda la cadena porque compran menos por los precios elevados al consumidor.

Recordó que México es deficitario en maíz amarillo y recurre a las importaciones, principalmente de Estados Unidos, que registró un superávit en la cosecha del año pasado del grano, al igual que Brasil, lo que abarató los precios y afectó a los productores mexicanos.

Ejemplificó lo anterior al citar que el agricultor pide más dinero por el maíz, cuando vale tres mil 800 pesos, pero recibe cinco mil pesos para enviarlo como materia prima de las tortillas y consideran que es su valor real porque es de buena calidad, comparado con el importado; en el caso del maíz para el sector pecuario lo pagan en cuatro mil 800 o cinco mil 200 pesos por tonelada.

El grano que llega de Estados Unidos, trae bases de tres mil 800, pero no quiere decir que para quien produce cárnicos en México, sea ganancia, pues apunta que ingresan muchos cárnicos del vecino país a costos inferiores a la carne mexicana «no dan un piso parejo para competir, además no ayudó en nada la sequía», puntualiza Rogelio Mora.

MUCHAS PÉRDIDAS

Indica que, en el 2023, a sectores como la avicultura y la porcicultura, no les fue muy bien, pero han mejorado gradualmente, porque perdieron mucho dinero debido a que los perecederos mantuvieron un precio de oferta por debajo de los costos de producción y estas agroindustrias no pudieron crecer, pero se mantuvieron, incluso bajando la producción.

Explica que en el caso del tema de la crisis del sector lechero han dado pasos para salir adelante, (como la reciente reunión de la titular de Sader-Jalisco, Ana Lucía Camacho, con el secretario de Agricultura Víctor Villalobos), ya que en la industria no está bien el precio de la leche.

Considera que este 2024 es incierto, pues en marzo la industria de alimentos para mascotas estuvo algo extraña, aunque recordó que en el caso de los tiempos de la pandemia de 2019 se creció mucho, a doble dígito y sostenidamente porque la gente gastó más al hacerse de mascotas para no estar solos en el encierro.

Uno de los factores que ha perjudicado a la industria de alimentos balanceados es la inseguridad, pues hay afectaciones económicas por el robo de los transportes, «mordidas” y pago de piso, algunas modalidades que no cubren los seguros porque «hay robos todo el tiempo, todo cuenta», porque la seguridad ante la inseguridad representa un costo, pues hay asaltos en carretera y puntos de venta.

«Hay falta de liquidez, la gente no tiene dinero… estamos muy ligados con los sectores agropecuario y acuícola… a los socios les pega la falta de financiamiento y la incertidumbre en el tema de las importaciones de polvo afecta los precios a los que los lecheros venden su producto porque pierden dinero» y esto hace que compren menos alimento para el ganado.

RIESGO ECONÓMICO

Explica que el sector agropecuario «vive en un riesgo socioeconómico… y puso como ejemplo de la causa el denominado Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), acuerdo entre el Gobierno de México, productores, distribuidores y comerciantes.

Con tal programa el Gobierno Federal buscaba garantizar precios justos en los productos de la canasta básica, pero se terminó por afectar a los productores al vender sus productos al costo o por debajo del precio de producción en la canasta básica (la mantuvieron artificialmente a 19.8% del costo real), lo que afecto a la cadena productiva al ingresar más alimentos como carne y leche a precios de dumping.

Como dato, se previó que México incrementaría la producción de los principales granos básicos como maíz, frijol, trigo y arroz mediante los programas Producción para el Bienestar, Fertilizantes para el Bienestar y Precios de Garantía, incluso se habló de coordinación con el programa Sembrando vida, que no produce alimentos… pero no funcionó el PACIC, por el contrario, aumentó la importación de granos, como el maíz, hasta 19 millones de toneladas en 2023.

Expone el entrevistado que, pese a todos estos obstáculos, las industrias del cerdo y pollo lograron contraatacar «no veo mal el tema de lo que se da como globalización, pero el dumping no es competitivo, llegan productos más baratos y tenemos el problema de que no hay nuevos canales de comercialización para darle valor agregado al producto».

Ante esta situación, expone que «en todos los sectores, las agroindustrias van a desaparecer por los precios bajos, que contrarrestan con precios más bajos… toca aguantar y los que no lo logren, van a desaparecer del mercado», sentencia.

Afirma que no es un creyente de los subsidios, por el contrario, cree como solución al problema agropecuario la aplicación de la tecnología en el sector primario para ser competitivos y «en el caso del grano, si no migramos a los transgénicos será difícil producir… habrá que replantearse el tema del maíz, pues el planeta produce mucho grano, pero no somos competitivos».

«Al corto plazo no veo crecimiento, es momento de aguantar» y añade, para concluir, que el tema de las mascotas es un buen mercado para ellos -En México, se estima que hay cerca de 80 millones de mascotas, de las cuales 43.8 millones son perros y 16.2 millones son gatos, pero 28 millones están en situación de calle-, y asevera que a ellos hay que darles alimento e incluso apunta que en expendios del gremio colocan bandejas para que puedan comer.

«Tenemos que seguir trabajando, si es necesario, debemos de cambiar de cultivos, replantear las cosas, porque siempre conviene dar un nuevo giro» y asevera que en el caso de ANFACA seguirá apoyando y trabajando junto al sector agropecuario.

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