Los campesinos y transportistas del FNRCM, MAC y ANTAC consideran que la aprobación fast-track de los diputados a la Ley de Aguas los trata como delincuentes por producir alimentos
Por Amado Vázquez Martínez
Ciudad de México, 04 de diciembre del 2025.- Como una ley que criminaliza a los campesinos fue calificada la Ley de Aguas Nacionales aprobada en la Cámara de Diputados, ante lo cual los integrantes del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano y de organismos transportistas se reservaron el derecho de actuar en consecuencia antes de su aprobación definitiva en la Cámara de Senadores.
Las organizaciones demandan un proceso abierto, mesas técnicas y la participación del sector agroalimentario antes de que la reforma se convierta en ley federal, esto, tras denunciar que tal norma perjudica la productividad del campo y a los campesinos.
«¡Si el campo calla, la ciudad no come!», dijeron los líderes de las organizaciones al hacer un llamado a la ciudadanía se informe, donde existía un método para buscar el «diálogo real» con el sector productivo.
Como se recordará que la discusión de la norma inició en San Lázaro desde el miércoles a las 20:20 horas de ayer y a las14:10 horas de este jueves, fue aprobada por los legisladores con más de 500 reservas, votada a favor por 324 legisladores de Morena, PT y PVEM, con 118 sufragios en contra y dos abstenciones de MC, PRI y PAN.
«NOS CRIMINALIZA»
En diversos comunicados y declaraciones, productores y transportistas acusaron que la nueva Ley General de Aguas criminaliza al campo y elimina la certeza jurídica sobre las concesiones.
La aprobación de la nueva Ley General de Aguas y las reformas a la Ley de Aguas Nacionales se da en una creciente inconformidad social y las organizaciones campesinas y transportistas denunciaron que la iniciativa «centraliza el control del agua, criminaliza a productores y elimina la certeza jurídica del sector agroalimentario», según expresaron en un comunicado conjunto.
El pronunciamiento fue difundido por el Movimiento Agrícola Campesino (MAC), la Asociación Nacional Transportista (ANTAC) y el Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM), quienes aseguraron que la ley no fue consensuada con los principales usuarios de agua del país: los agricultores.
La aprobación de la Ley del Agua en la Cámara de Diputados desató una tormenta
Afirmaron que «la nueva ley no garantiza soberanía alimentaria; la vulnera» y en su posicionamiento, las organizaciones señalaron que la iniciativa aprobada en la Cámara de Diputados afecta gravemente al pueblo:
Citan que fortalecen
Dijo que en la iniciativa aprobada lo que se buscó es una «rectoría estatal» del agua, dejando a productores sin certeza sobre sus concesiones de agua; además el régimen de títulos y crea nuevos «delitos hídricos», que según el sector, podrían utilizarse para intimidar a agricultores.
Aunado a ello, elimina la libre transmisión de concesiones entre particulares, afectando el valor de las tierras, la herencia patrimonial y la movilidad productiva, ante lo cual, señalan lur ferrocarrileros .
«No es un privilegio, es nuestro derecho al agua para garantizar la Soberanía Alimentaria de México», expresan líderes maiceros e integrantes MAC, ANTAC y FNRCM al señalar que mientras el Gobierno Federal habla de libre manifestación, en el terreno los productores viven persecución por protestar.
«Exigimos el cese inmediato de la intimidación y la apertura de un diálogo real con el Gobierno de la República», señala el comunicado.«
En las últimas semanas, agricultores de diversos estados han realizado bloqueos intermitentes, caravanas y asambleas informativas en rechazo a la reforma pues afirman que ya estaba .
Piden al Senado detener aprobación
Tras la aprobación en Diputados, la iniciativa pasará al Senado, donde las organizaciones demandan un proceso abierto, mesas técnicas y la participación del sector agroalimentario antes de que la reforma se convierta en ley federal.
Los grupos firmantes insisten en que el impacto de la norma puede comprometer la producción nacional de alimentos, en un momento donde México enfrenta presiones por sequías cíclicas, estrés hídrico y disputas por uso del agua entre agricultura, industria y ciudades.
«Si el campo calla, la ciudad no come», es mensaje final del pronunciamiento que retoma la consigna que se ha vuelto lema de las movilizaciones del sector agrícola mexicano.