Muchas especies de moscas pueden llegar a causar considerables pérdidas económicas, pero algunas especies cumplen una importante función, como, por ejemplo, polinizar
Yanmei King Loeza Q/Doctorando en Ciencias de Ingeniería
Las moscas siempre han tenido una mala reputación, ya sea de insectos ruidosos y sucios hasta transmisores de enfermedades y en la agroindustria, los agricultores asocian su presencia con plagas y normalmente se piensa en eliminarlas sin tomar en cuenta el papel que desempeñan algunas especies dentro del cultivo.
Si bien es cierto que muchas especies de moscas pueden causar estragos en cultivos como el aguacate, donde pueden llegar a causar considerables pérdidas económicas, algunas especies de mosca cumplen una importante función, como es el caso de Chrysomya megacephela, que se ha encontrado en huertas de aguacate con granos de polen en el cuerpo, por lo que algunos la consideran una efectiva polinizadora del cultivo.
Ante los efectos del cambio climático, estos insectos se han adaptado modificando su distribución y fertilidad, por lo que se han desplazado a diferentes cultivos y aunque en algunos casos su presencia puede causar alarma, sin embargo, es importante que los profesionales tomen una postura más analítica y se pregunten cuál es el impacto real de la especie que están encontrando y cuál debe ser la acción más adecuada.
MOSCA NEOSILBA
Hace apenas unos años se detectó una especie de mosca conocida como Neosilba batesi (Curran), esta pequeña mosca de color metálico azul, negro e incluso verde, se ha encontrado en países como Estados Unidos, Colombia, Perú, parte de Centro América y México, la cual se ha observado en frutos como la naranja, papaya, mango e incluso en frutillas; sin embargo, en México, su contacto con el cultivo de aguacate en variedades comerciales como la Hass, era raro y pronto se le asoció a la caída de fruta.
Pero, Neosilba es una mosca oportunista que consume material vegetal en descomposición y cuyas larvas incluso tienen comportamiento predatorio con otros artrópodos; además aprovecha los orificios causados por otras moscas de frutales como Anastrepha spp con la que se le puede encontrar usualmente y entrar al fruto para colocar sus huevos.
Suelen preferir frutos en descomposición en el suelo de las huertas o frutos con enfermedades previas o daños que les permiten acceder más fácilmente al interior del fruto. Los frutos en el árbol con una avanzada infestación comienzan a presentar pudrición, lo que lleva a su desecación e incluso momificación, terminando en el suelo.
Lo que indica, según la recomendación de expertos nacionales e internacionales a que el manejo más efectivo de esta plaga es el control cultural, es decir que la pronta remoción de la fruta tirada es mucho más efectiva que la aplicación de un plaguicida, recordando que las pupas se encuentran al interior.
El Dr. Héctor González Hernández del Colegio de Postgraduados es uno de lo más relevantes expertos mexicanos en plagas insectiles con más de 40 años como investigador, es especialista en plagas de aguacate y agave, y ha participado en la evaluación de programas fitosanitarios, colabora como asesor de SENASICA ante controversias binacionales por plagas en productos agrícolas y quien nos comenta sobre Neosilba:
«Neosilba se ha considerado una especie nociva, cuando puede ser una mosca benéfica que puede descomponer fruta que ya no va a proceso».
Apunta que la han detectado atacando fruta pegada al árbol, aunque generalmente se encuentra en el suelo, pero no han determinado la condición que tiene el fruto que comienza a atacar, el cual puede tener una alteración fisiológica, ya que la mosca no es capaz de ovipositar en el tejido, como la cáscara y cabe que recordar que el fruto de aguacate no es susceptible a ser atacado por moscas de la fruta.

La mosca Neosilba batesi (Curran) no es polinizadora, pero puede ser benéfica porque es un saprófago (un organismo que se alimenta de material en descomposición) y ayuda a incorpora al suelo más rápido nutrientes de esos frutos en descomposición.
NO SON PROBLEMA
Las moscas no son un problema en aguacate, sí Bruggmanniella (Bruggmanniella perseae, la mosca del ovario); pero en el caso de Neosilba no sabemos si la fruta que ataca no se va a desarrollar o forma parte de lo que naturalmente se cae del árbol, «necesitamos determinar si realmente tiene una severidad», afirma el experto del Colegio de Postgraduados.
«Actualmente, la aparición de esta mosca la propicia la sanidad del cultivo, pues si no hay un buen manejo nutricional o si está presente un patógeno en huerta y no lo regulé, la mosca puede aprovechar la fruta dañada»
Al hablar sobre las preocupaciones de la industria y la respuesta mediática a las detecciones de Neosilba batesi, el doctor comenta calmadamente:
«La respuesta del sector productor a veces es alarmista, porque aún no se sabe el papel de la mosca o el daño que puede provocar en los frutos y actuar así; es como andar a ciegas, gastar recursos para controlar algo que no es una plaga».
Hay que tener cuidado con realizar aplicaciones sin saber, pues pueden afectar a otros insectos que sí tienen un papel en la regulación de plagas; debemos ser cautelosos cuando se presente esta mosca, de lo contrario (los productores) van a gastar dinero cuando no es necesario.
Toda fruta que está caída debe ser eliminada y si se llega a presentar (la mosca) se interrumpe el ciclo biológico de la plaga y deben enterrarse los frutos, similar a como cuando se detecta barrenador de semilla».
Finalmente comenta sobre Neosilba y el papel de las moscas en el aguacate: «Hay moscas que son benéficas, algunas son polinizadoras; Neosilba no es polinizadora, pero puede ser benéfica porque es un saprófago (un organismo que se alimenta de material en descomposición) y ayuda a incorpora al suelo más rápido nutrientes de esos frutos en descomposición.
«Nos hace falta saber más de volátiles relacionados con follaje y fruta en el aguacate, que es atractivos para insectos plaga. Neosilba no es una plaga primaria y necesitamos hacer más estudios sobre distribución estacional y severidad del daño.»
Hace apenas unos años se detectó una especie de mosca conocida como Neosilba batesi (Curran), esta pequeña mosca de color metálico azul, negro y verde, se ha encontrado en Estados Unidos, Colombia, Perú, parte de Centro América y México en frutos como naranja, papaya, mango e incluso en frutillas.