El jitomate, cebolla y chile, entre otros, generan importantes ingresos para los horticultores del país afiliados a la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC)
Por Amado Vázquez Martínez
Ciudad de México, 05 de septiembre del 2024.- El país sigue entre los diez principales genedores y exportadores de vegetales del mundo gracias a los productores hortícolas, que producen 3.5 millones de toneladas de hortalizas y que generan cercan de 250 mil puestos de trabajo en el país, precisa la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Las hortalizas que son cultivadas en más de 27 mil 951 hectáreas y tiene un papel social sustancial en la prosperidad compartida, rubro en el que destacan la producción de jitomate, con 2.3 millones de toneladas; cebolla, con 463 mil toneladas, y chile verde, con 612 mil toneladas, detalló el coordinador general de Agricultura, Santiago Arguello Campos.


Al representar al titular de Sader, Víctor Villalobos Arámbula, en la inauguración del XVI Congreso Anual de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC), precisó que la actividad agrícola bajo agricultura protegida tiene un papel social sustancial, ya que la producción de hortalizas y verduras genera alrededor de 110 mil empleos fijos y 120 mil empleos temporales.
Asimismo, dijo, las empresas han hecho esfuerzos considerables para darles las mejores condiciones de vida y trabajo a sus empleados, sobre todo a los jornaleros agrícolas que migran por temporadas alrededor del país.
Es necesario que juntos, sectores público-privado-social, redoblemos esfuerzos para darles las mejores condiciones laborales, ingresos familiares y bienestar para sus familias, apuntó el funcionario federal.
Para lograr este repunte fue gracias construcción, desde el inicio del Gobierno de México, de un Programa Sectorial y una planeación agrícola nacional (PLAN) basado en políticas y acciones prioritarias, para generar las condiciones permitiera avanzar en las metas de seguridad alimentaria.


LA MAYORÍA del agua dulce se desperdicia en México por deficientes sistemas de riego, ya que el 56% para uso agrícola es dilapidada y el 40% de las zonas urbanas se va a las alcantarillas y al subsuelo por fugas.
Bajo este esquema sobresalió el potencial hortofrutícola del país, que se ha reflejado, año tras año, en nuestra balanza comercial agroalimentaria positiva y con repuntes históricos, principalmente con América del Norte, expresó.
Luego, apuntó que gracias a los bienes públicos como los servicios Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y el Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), así como el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), que atendieron los temas de sanidad e inocuidad y mejora de los cultivos se han logrado tales metas.
LOS RETOS
El otro gran tema, dijo, es atender los retos del sector, como suelos degradados, disminución del recurso agua disponible para la agricultura, menos mano de obra y volatilidad de precios de insumo y de mercado, que hacen necesaria una gestión integral de prevención de riesgos para evitar altibajos en la producción y en los ingresos de las familias productoras.
Además, reconoció el esfuerzo financiero y tecnológico de la industria hortícola nacional para producir bajo una agricultura protegida, que ofrece soluciones innovadoras, como sistemas de riego eficientes y tecnologías de recirculación de agua, y con ello optimiza la huella hídrica y produce más con menos.


Los cultivos hortícolas producen más de 3.5 millones de toneladas de hortalizas, en más de 27 mil 951 hectáreas y genera alrededor de 110 mil empleos fijos y 120 mil empleos temporales.
Para consolidar este desarrollo planteó la necesidad de trabajar conjuntamente en la integración de un nuevo Plan Hídrico Nacional, con impacto directo en el agro nacional, que cuenta con 6.5 millones de hectáreas de infraestructura hidroagrícola (3.3 millones de distritos de Riego y 3.2 en unidades de Riego), del que el 23 por ciento es tecnificado, para lo cual ya opera la Estrategia Nacional de Suelos para una Agricultura Sostenible (ENASAS).
Paralelamente, recordó, está el trabajo activo de los socios de AMHPAC en la recarbonización de nuestros suelos agrícolas y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, cuya documentación será fundamental en la rendición de cuentas de la Agenda 2030 en Naciones Unidas.
Recordó que el secretario Villalobos Arámbula puso en marcha la Estrategia Sectorial en Bioeconomía Agrícola para México (ESBAM), que plantea una hoja de ruta con acciones para reducir el desperdicio y aprovechar la biomasa, modelo que incorpora la bioeconomía y agricultura circular.