La Sader eleva alerta zoosanitaria ante el riesgo de que la plaga ingrese a territorio nacional por el ingreso sin control de migrantes centroamericanos, ganado, mascotas y animales silvestres
Por Amado Vázquez Martínez
Ciudad de México, 4 de mayo de 2024.- Ante el ingreso de migrantes, mascotas, animales silvestres y ganado sin control de Centroamérica y tras la detección del gusano barrenador del ganado (GBC) en Nicaragua y el incremento de casos en Panamá y Costa Rica, Sader activó las medidas preventivas para impedir que ingrese a México, libre de la plaga desde hace 30 años.
De acuerdo a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el reforzamiento de la alerta sanitaria contra el gusano barrenador del ganado (GBG) Cochliomyia hominivorax tiene que ver con los casos ya detectados en Centroamérica, por lo que la Sader aumentó las medidas preventivas para proteger al sector ganadero nacional.
Precisa que, desde julio de 2023, cuando se presentaron los primeros casos de GBG en Costa Rica, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) reforzó la primera barrera de defensa sanitaria con la inspección zoosanitaria en 45 aeropuertos internacionales, 24 puertos marítimos y 28 fronteras, así como en 19 Puntos de Verificación e Inspección Federal (PVIF).


¿QUÉ ES EL GUSANO BARRENADOR DEL GANADO?
Es el nombre de las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, que depositan sus huevos en heridas abiertas de mamíferos como perros, vacas, chivos, gatos e incluso humanos.
Cuando se convierte en larva, se alimenta de los tejidos del huésped y genera una infección, que de no ser tratada oportunamente puede ocasionar la muerte de los afectados.
CADENA PRODUCTIVA
También comunicó la alerta sanitaria a todos los eslabones de la cadena productiva y a través de su Dirección General de Salud Animal (DGSA) envió materiales de difusión a 24 mil 452 puntos de contacto en las 32 entidades, que incluyen farmacias veterinarias, rastros, uniones ganaderas, centros de acopio de animales, mercados de animales, asociaciones ganaderas locales, empresas forrajeras y dependencias locales del sector, entre otros.
El organismo de Agricultura impulsa la concientización en productores y público en general sobre la importancia de notificar oportunamente cualquier tipo de herida agusanada que detecten en animales de consumo, silvestres, mascotas e inclusive en personas.


La Dirección de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA) del Senasica impartió 230 cursos AUTOSIM a nueve mil 805 personas y 41 cursos en línea para capacitar sobre GBG a dos mil 235 técnicos de México, Nicaragua, El Salvador y Honduras.
Precisa Sader que en lo que va del año, los especialistas de la CPA han atendido 15 notificaciones por sospecha de gusano barrenador, la tercera parte de ellas localizadas en Chiapas; todas resultaron negativas a GBG.
En Chiapas y en Tabasco, consideradas de alto riesgo por el flujo de migrantes y el ingreso de mercancías agroalimentarias, los técnicos de la DGSA han recorrido más de seis mil 400 kilómetros para visitar zonas ganaderas, promover la aplicación de medidas preventivas, distribuir tubos colectores de muestras y agilizar la identificación de puntos con presunta presencia de gusaneras.
EMERGENCIA SANITARIA
Para establecer contacto directo con productores, ha sostenido reuniones con gobiernos locales e instituciones académicas, el Senasica encabezó la primera reunión del Centro de Operaciones de Emergencias Sanitarias (COES) sobre gusano barrenador del ganado, con la participación de 400 actores relacionados con el sector pecuario nacional.


El organismo informó que hasta el momento Panamá ha reportado 11 mil 658 casos positivos de GBG, Costa Rica 300 y Nicaragua 13, de los cuales más del 82 por ciento corresponden a gusaneras en bovinos y seis por ciento en caninos.
En México existe riesgo de ingreso de la plaga al territorio nacional por el flujo de migrantes centroamericanos, de ganado, mascotas y animales silvestres; la presencia de larvas o pupas en pieles, cueros y trofeos de caza y por la migración natural de la mosca en busca de alimento, que puede volar hasta 150 kilómetros en una semana.

