Una mayor producción y sustentabilidad de los cultivos a bajo costo, pero de alta calidad son las ventajas de la agricultura digital para el campo

Por Amado Vázquez Martínez

Ante la necesidad de producir más alimentos para una población creciente en México y en el mundo, generados a bajo costo, sustentables, con sanidad e inocuidad, aunado a la mayor exigencia de los consumidores, los cultivos mediante la digitalización de la información y uso de mayores recursos tecnológicos en el campo, hacen necesaria la aplicación de la Agricultura 4.0, que ya contempla el uso de la Inteligencia Artificial (IA).

Y más allá de que la población crezca a pasos acelerados para llegar hasta 10 mil millones de personas a nivel global en el 2050 y en México a 150 millones, para los agroproductores mexicanos se hace necesario aplicar las nuevas tecnologías para seguir compitiendo en el mercado más importante a nivel global, como lo es el de Norteamérica, del que forma parte el país junto con Estados Unidos y Canadá.

Ante estas hipótesis de crecimiento, aunado a los cada vez más caros insumos y a la inflación, México necesita incrementar la digitalización en el campo a fin de lograr ahorros que permitan al agricultor mantenerse en el negocio o de lo contrario, su destino será incierto y proseguirán con una agricultura de subsistencia con baja calidad y pocos rendimientos.

Sin embargo, en un país como México, el uso de las nuevas tecnologías digitales en el sector rural es incipiente, sin rebasar el 15%, a lo que se suma un lento relevo generacional en el campo y la falta de políticas públicas de fomento y créditos para transformar los cultivos tradicionales en modernos complejos agroproductivos, así como visiones culturales de que la tecnología es cara e ineficiente.

De ello platicaron con Tierra Fértil Gustavo García Balderas, director de Agrotech, de Hannover First México y Gerardo García Barragán, ingeniero agrónomo y director general de la empresa Compucampo, involucrados en la teoría y en la práctica de la aplicación de este conjunto de nuevas tecnologías conocidas como Agricultura 4.0 y quienes han recorrido gran parte del país para aplicarla.

Ambos coinciden en la necesidad de transformar el campo de México en un gran clúster agroproductivo que permita mantenernos como el 11º productor de alimentos del mundo y 7º exportador, con una generación promedio de 301 millones de toneladas de alimentos (2022), para el consumo interno y exportación.

También hay coincidencias en cuanto a que en el país ya existen en muchas entidades cultivos que utilizan la Agricultura 4.0 para generar alimentos con calidad de exportación y que son líderes a nivel global, como lo son la producción de berries, aguacates y hasta de ciertas hortalizas como los tomates, entre otras.

¿QUÉ ES?

De acuerdo con los entrevistado y con información de Basf, la Agricultura 4.0 es el conjunto de tecnologías centradas en la digitalización de los procesos agrícolas, tales como equipos, softwares y sistemas utilizados en los cultivos para mejorar la producción agrícola de manera rápida, económica,  sobre todo, amigable con el medio ambiente.

El internet de las cosas y el big data forman parte importante de este conjunto de digitalización que permite automatizar la atención y soluciones a las necesidades de los cultivos, además de servir de guía a los agricultores en la toma de decisiones sustentadas en datos para obtener mayores rendimientos y utilidades.

La automatización de funciones como riego, control de plagas, y fertilización, entre otras, ahora tienen nuevos aliados en el campo, pues a la Agricultura 4.0 se suman por completo el internet de las cosas e irrumpe con fuerza la Inteligencia Artificial (IA) en el campo del mundo.

Ahora ya no solo se trata de producir bien, sino de hacerlo con cantidades exactas de ingredientes, como si fuera una fórmula, la cual proporcionan las nuevas tecnologías que forman parte de este nuevo tipo de agricultura.

LAS ETAPAS

La agricultura ha tenido que evolucionar para generar una mayor producción por hectárea ante las necesidades de los actuales ocho mil millones de habitantes del mundo, al pasar por la primera etapa o agricultura 1.0, que era y aún lo es la de subsistencia, aunque algunos otros autores citan que este tipo de agricultura nace al incorporarse al campo el tractor de vapor y luego la electricidad.

Esta ocurre cuando el agricultor siembra solo para su consumo propio y el de su familia como método de sobrevivencia, pues recordemos que el nivel actual de producción promedio por hectárea en México, por ejemplo, de maíz, es de 3.2 toneladas por hectárea, lo que se traduce en la necesidad de importar casi 18 millones de toneladas de grano, pues solo se producen 27 millones de toneladas de maíz amarillo y blanco.

La agricultura 2.0 comienza a desarrollarse desde la década del año 50 del siglo pasado, al avanzar la ciencia con la llegada de maquinaria que permitía sembrar más y más rápido con nuevas herramientas como apoyo en la postcosecha con molinos de aceite, aunado al desarrollo de variedades y métodos de cultivos, lo que se conoció como la «Revolución Verde».

Luego viene la agricultura 3.0 al automatizarse diversos procesos agrícolas como la siembra, cosecha y fertilización con máquinas que hacen el ciclo completo que antes realizaban animales de carga y trabajadores.

Y la agricultura 4.0 comienza a surgir desde el año 2010 cuando comienza una nueva ola de preocupación por preservar los recursos y de ahí surgen herramientas digitales para mejorar los resultados mediante una mezcla de nueva genética, sostenibilidad y ahora, de buenas decisiones tomadas en base a programas alimentados con datos del internet de las cosas del campo.

LAS HERRAMIENTAS

Cada día se suman más tecnologías como herramientas indispensables de la agricultura y existe tal cantidad, que abarcarlas es casi imposible, pues a diario se suman nuevos instrumentos que permiten medir todas las variables y aplicar soluciones sin que, en muchos casos, ya intervenga la mano del hombre en la cadena productiva.

Entre las principales herramientas, de acuerdo con Basf y a los entrevistados, se encuentran al menos 4 o 5 que son fundamentales para alcanzar las metas de producción, entre las que se encuentran:

Los drones: Cada vez que se menciona la Agricultura 4.0, es innegable que se piense en un dron, los que ya no solo se utilizan para fumigar o aplicar fertilizantes, sino que ahora funcionan de manera autónoma proporcionando datos para que programas determinados establezcan las necesidades y salud de los cultivos, así como el ataque de plagas y hasta la nutrición y riego necesarios.

Les siguen los tractores autónomos, que cuenta con sensores tecnológicos de última generación e inteligencia artificial, los cuales pueden realizar diversas funciones en los cultivos, desde la siembra hasta la cosecha, sin necesidad de que nadie los guíe, lo que garantiza eficiencia al 100 por ciento.

Además, ya existen softwares para que el agricultor tome decisiones, basadas en el big data generada por el internet de las cosas que ayudan al agroempresario, primero, a mantener sus cultivos mediante fertilización, control de plagas y riego, pero también para que logre un control eficiente de sus finanzas, inventarios, procesos, etc., durante todo el proceso agrícola. 

A todo esto, se suman otros productos y tecnologías como plataformas para lograr la compra adecuada de insumos al mejor precio y en su caso, para vender los agroproductos a un precio acorde al mercado para permitirle obtener ganancias.

PARADIGMAS ROTOS

«La mentalidad de las personas del campo va cambiando para adaptar las nuevas ramas de la tecnología que implica la Agricultura 4.0», afirma Gustavo García Balderas, director de Agrotech: «Mira, te doy un poco de antecedentes», dice el organizador de la expo más importante de México en materia tecnológica y apunta:

«Yo he visto un cambio en el transcurso de estos 30 años que he estado en este sector e inclusive de organizador de eventos: hay cambio de mentalidad de la gente que está en el sector agroalimentario, han dado un giro diametral por el tema de la Agricultura 4.0, al adaptar e incluir el tema de la digitalización de los drones, de la agricultura vertical, de los invernaderos del sector… y les han dado un resultado excelente».

«Yo creo que hoy por hoy, los productos mexicanos que estamos exportando vienen respaldados por la Agricultura 4.0 y tan solo en su producción y comercialización han sido verdaderamente un éxito en el mundo».

Luego, relata que le ha tocado en algunos países que ha visitado experiencias ejemplificadoras del valor e importancia de los productos mexicanos y recuerda que «una vez llegaron al hotel a regalarme una cajita súper bonita, un aguacate y dije, “¡Qué bárbaro!”».

«Lo que es tener un producto de calidad, una cajita hermosa en Europa, un aguacate con una cucharita. ¡Imagínate el orgullo de sentir que es un aguacate de un árbol mexicano de la zona de Jalisco o de Michoacán, de donde haya sido, pero la verdad es que ha sido de un mexicano!».

«Y entonces te da como una perspectiva de hasta dónde se ha llegado a este punto tan fino de no producir en volumen, sino producir con una gran calidad», asevera el experto en tecnología del sector primario.

EL RIEGO

Para Gerardo García, además de simplificarse las labores del campo con nuevas tecnologías, también se cuida el medio ambiente, como, por ejemplo, el uso del agua con base a la capacidad de retención del suelo, que se consulta en un mapa.

«Ya se hacen aplicaciones masivas. Es agricultura de precisión, pues ahora, si se siembra, ya no se pone una cantidad impresionante de semillas. Es agricultura de precisión y la agricultura de precisión trabaja en base a información, o sea, en la Información digitalizada».

A Gustavo se le interroga con respecto a qué tanto han permeado las nuevas tecnologías en el campo mexicano y señala que «hace 10 a15 años esto todavía iniciaba y a principios del año 2000 estaba en pañales, yo recuerdo los primeros cambios tecnológicos cuando empezaron las primeras cintas de riego, el uso eficiente del agua, porque casi todo era con agua rodada y camiones cisterna».

«Inundaban los cultivos y era un desperdicio…. Y entonces, hoy por hoy, tú ves ahora los campos con riego tecnificado en gran cantidad, falta mucho, ¿eh? Y yo creo que falta un gran trabajo» … para luego considerar que al menos entre un 20 por ciento de los agricultores han adoptado algún tipo de nueva tecnología», afirma.

-Pero muchos consideran que las nuevas tecnologías son caras, Gustavo

-Te voy a decir dónde está caro: Vamos a pagar el precio si no lo hacemos pronto… lo vamos a pagar muy pronto…. Lo más caro va a ser no tener el agua.

«Eso sí va a ser caro. La verdad es que ahí sí vamos a estar metidos en un problema muy, muy serio, la verdad ¿Qué es caro? Pues es tan relativo como decir bueno, a lo mejor tiene un costo. Pero caro será cuándo no lo tengamos. Ese sí va a ser un problema serio y muy, muy caro no tener agua ni tecnología».

«Hoy por hoy hay detractores de equipos de drones, de inteligencia artificial, de invernaderos, opuestos a llegar al top de la tecnología, cuando con la agricultura 4.0 producimos cantidades exorbitantes de pimientos, tomates, berries, que en esta zona del país (occidente), ha sido un boom».

Luego, Gustavo García reflexiona: «A ver, ¿Cuándo te ibas a imaginar que las berries rebasarían al tequila en exportaciones? ¡Es impresionante! Y calladitos, calladitos, los productores están en la ribera de Chapala, donde se empezaban a ver los primeros “plásticos” de los invernaderos hace 20 años… «Y hoy por hoy es un mar de plásticos», asevera.

LOS MACROTÚNELES

Gustavo García ejemplifica el avance de la tecnología en la agricultura al citar que los pequeños y medianos productores ya están aplicando muchos rubros de la Agricultura 4.0 en cultivos como berries.

«Por ejemplo, usan micro y macro túneles con estructuras muy sencillas en donde ya pueden por lo menos controlar un poco más las plagas, el tema de insectos benéficos, porque también los Gobiernos han estado trabajando en esa parte y la investigación aporta mucho en esta área a los pequeños, que creo adoptan más fácil la tecnología porque son cambios graduales».

«Las cintas de riego que tú me decías, esa parte yo la viví en Guanajuato, con los primeros productores de brócoli y coliflor que decíamos, «¡Qué locura! ¿Me van a regar con una cintilla, con una manguerita?».

«Pero hoy por hoy ponen la cinta, riegan, la levantan rapidísimo porque también ha crecido la Agricultura 4.0 en la tecnificación de todos esto… y añade que la manera de sembrar también cambió… del mecapal o canasto desde el que se tiraba a mano la semilla, hasta las sembradoras inteligentes.

«Estos temas ha impactado mucho el sector… por ejemplo, hay el ejemplo de los agaves. Tú ves ahora cómo están los campos de agave, hermosos, alineados, limpios, con un gran control de plagas».

«La tecnología ha apoyado muchísimo y el sector pequeño y mediano son los que con más facilidad y rapidez cambian, porque los resultados son al mediano plazo, ya producen más, ya guardan más el agua, como dices, tú le dan hasta tres ciclos al año… antes aventaban la semilla y medio año aguantaban hasta cosechar… y el otro medio año no cultivaban nada… pero ya no es así», asevera.

¿TECNIFICIACIÓN PRECISIÓN?

A veces tiende a confundirse la tecnificación con la agricultura de precisión o Agricultura 4.0 y Gerardo cita el ejemplo de algunos estados del norte del país, que si bien generan muchas cosechas, lo hacen a un precio muy alto porque tienden a desarrollar una agricultura tecnificada pero no de precisión.

«La agricultura de Sinaloa está muy tenificada, pues aplican plaguicidas o fertilizantes desde una avioneta, aplican fertilizantes con maquinaria muy grande, pero sin tener una planificación o un análisis de información muy a detalle. Es tecnificada, pero se requiere una cultura de precisión, gráficas GPS, mejoradores de suelo, drones, por lo que no tardan mucho en pasar a la siguiente etapa y abaratar los costos de producción», asevera. 

«De entrada, lo que ganamos es en mejorar nuestra eficiencia porque vamos a aplicar menos insumos y no solamente son fertilizantes, insecticidas o agua, sino el insumo humano también, pues las horas de trabajo en campo, en jornales, se reducirán con maquinaria más eficiente sin mermar los rendimientos».

«La nueva forma de hacer agricultura genera incrementos en la producción y entonces sí tenemos más producción y menos costos porque nuestra actividad crece. Sí, ahora sí estamos también haciendo uso medido de los insumos con mejores índices de eficiencia».

MEJOR EFICIENCIA

«Vamos a bajar el consumo de agua, vamos a bajar la emisión de gases de efecto invernadero, vamos a reducir también la aplicación de agroquímicos dañinos o restringidos, etcétera, etcétera, etcétera. Entonces, la Agricultura 4.0 tiene un efecto en todos los ámbitos, tanto en la parte productiva como en la económica, como en la sustentabilidad»

El fin de aplicar esta nueva forma de herramientas tecnológicas para aumentar la rentabilidad, para Gustavo García se traduce en algo muy sencillo: Ganancias

«Es un sector que genera riqueza porque el campo es rentable… hasta una sola hectárea con tecnología genera recursos», asevera Gustavo.

«Hace un hace un año vine a un evento en Ciudad Guzmán muy interesante y al platicar con una persona, le dije, «Oye, ¿cómo están tus hijos?» Dijo «Mira, están bien… el que estudió arquitectura ya está en el en el rancho; el que estudió ciencias de la comunicación también está en el rancho ¿Y a qué crees que se deba?, le pregunté y me dijo: ¿Sabes a qué se debe?, a que el rancho genera riqueza».

«Es muy alentador digitalizar el campo porque ya lo único que no vamos a poder hacer es comernos unos bytes», indica Gerardo García.

Ambos coinciden en que desgraciadamente no hay una política oficial de fomento para la adquisición de nuevas tecnologías, así como a la poca tecnificación del campo mexicano, donde solo de un 15 a un 20 por ciento usan nuevas tecnologías, aunque la rentabilidad de los cultivos rebasa, en la Agricultura 4.0, dependiendo del cultivo, arriba del 30%.

DEMANDA DE MERCADO

Pero, sin embargo, llaman la atención con respecto al tema del relevo generacional, que se hace necesario ante la edad promedio de los agroproductores, que rebasan los 50 años de edad y a que el campo aún no es muy atractivo para las nuevas generaciones.

«Es muy alentador digitalizar el campo porque ya lo único que no vamos a poder hacer es comernos unos bytes», indica Gerardo García.

Para concluir, Gustavo, por su parte, dice que la aplicación de la agricultura 4.0 en México «avanzará conforme el mercado demande más productos. Y hoy por hoy, la tendencia es generar productos frescos, más sanos, más inocuos… con mayor trazabilidad».

«Esta parte creo que es un gran avance porque la tendencia es esa: buscar la salud en los alimentos del campo, pues cuanto más gente esté avanzando en el tema de los nutracéutico, las ventas aumentarán al producir lo que este mercado nos demanda», dice Gustavo García.

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