Las exportaciones de México, Chile y Perú están a la baja debido a la falta de mano de obra y temas estacionales

Ciudad de México, 19 enero del 2021.-  La oferta de arándanos a nivel de Latinoamérica está a la baja debido en gran medida al Covid-19, lo que de acuerdo a Luciano Fizman de la empresa californiana Gourmet Trading Co. con sede en Redondo Beach, situación que afecta al suministro y a la actividad en los Estados Unidos.

Fiszman expuso que la oferta peruana se ha reducido, algo normal, al igual que los embarques de México, lo que también corresponde a la actividad comercial histórica «pero estamos en plena campaña chilena y las cifras están a la baja, lo que no se debe a la falta de frutos en los arbustos ni con un fenómeno meteorológico», asegura.

Con respecto a la producción chilena, apunta que los productores se enfrentan a problemas de mano de obra: «La gente está enferma o aterrada de contraer la COVID-19. Algunas personas reciben subsidios del Gobierno y si fueran a los campos a recolectar, perderían esa ventaja», explica Fiszman.

También indicó que en especial al comienzo de la temporada, los productores de arándanos perdieron: «Posiblemente habrá más fruta que se recolectará tarde y que acabará en el mercado de productos procesados», dice Fiszman.

 «Mucha fruta se desperdiciará antes de llegar al mercado de los frescos y si no se ha recolectado a tiempo, no llegará más tarde», para destacar que Chile tiene dos picos productivos: el primero es en la región centro-norte del país, donde se recolectan las variedades más tempranas, mientras que el segundo es en la región centro-sur, con variedades más tardías.

 «Y creo que hemos perdido ese primer pico. Aún está por verse cómo va el segundo pico, pero el primero ha pasado sin que el mercado se haya dado cuenta» y añade que Chile es principalmente el país que está suministrando arándanos a Norteamérica y que lo hará hasta que llegue México. Para San Valentín, seguramente los volúmenes mexicanos aumentarán, pues el pico de recolección es en marzo/abril.

Explica que hay un problema en los puertos que impide el movimiento de la fruta: «Tanto los puertos de la costa este como de la oeste funcionan a plena capacidad, pero ahora es más baja de lo habitualporque cuentan con menos personal, lo cual, una vez más, se debe a la COVID-19”, manifiesta Fiszman y añade que los puertos de la costa oeste están más afectados que los de la costa este, «por eso también escasea la fruta ahora», añade.

Predicciones de demanda

Dijo que la demanda «es una montaña rusa porque es complicado predecir la cosecha, pero mucho más difícil predecir la demanda. Los restaurantes abren y cierran, y varía según el estado. Hay confinamientos, pero no simultáneos», dice Fiszman.

Añade que el interés en los estilos de envases ha cambiado y que los consumidores se inclinan ahora hacia formatos más grandes. «La gente los compra para comer en casa en lugar de para tomar como snack de camino al trabajo, lo que se traduce en envases más grandes», explica.

A ello se suma el aumento en el consumo de producto: «Las grandes tiendas lo demandan y lo quieren todo el año», asegura Fiszman para añadir que «el precio es más competitivo, lo cual ayuda a todos. Si un consumidor compra producto ecológico, paga un precio más alto, pero hay que ofrecer calidad para que repita la compra».

Por ello, informa, los precios varían: «Hace dos semanas el precio estaba a un nivel y se movió, y dentro de dos semanas volverá a hacerlo. Los precios cambian con diferentes patrones este año más de lo normal», reconoce Fiszman. «El precio en noviembre/diciembre estuvo por debajo de los niveles históricos, y ahora en enero parece prometedor, pero es un reflejo de la escasez en el mercado».

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