Chilpancingo, Guerrero, 17 de enero del 2020.- Por politización en la entrega de fertilizantes y mala operación de los programas de SADER más daños por problemas climatológicos, los campesinos y organismos agrícolas acusan que se perdieron tres mil millones de pesos al dejarse de sembrar 70 mil hectáreas de maíz que bajaron la producción a la mitad a nivel estatal, con daños a 100 mil campesinos y una posible hambruna en puerta.   

Así lo da a conocer el periódico La Razón al citar al Centro Tlachinollan y a la alcaldesa Tlapehuala, Anabel Balbuena, así como a la Confederación Nacional de Productores de Maíz, que dan cuenta de afectaciones en siete regiones.

Por su parte, Abel Barrera, director de la asociación de Derechos Humanos Tlachinollan, atribuyó a la novatez de los funcionarios de la SADER la caída en la producción maicera: «les faltó tener el pulso de cómo estaba el problema, que no era fácil, sobre todo en los padrones, porque hay muchos que manejan cifras que no son apegadas a la realidad».

Dijo que la politización, la mala operación del programa de fertilizantes en los cálculos del padrón, querer entregar sólo para una hectárea, el alto costo del traslado y la demora de los tráileres, evitó que muchos productores, sobre todo de La Montaña, retardaran o no recibieran fertilizantes.

Lo anterior provocó que muchos no sembraran y se dedicaran a otras actividades, como emigrar al norte del país, aunado a que muchas siembras no dieron el tonelaje adecuado, precisa, para añadir que «con esos primeros paquetes sólo alcanzó para la primera aplicación, cuando la planta apenas nace».

Aseguró que para el próximo ciclo agrícola, si no hay un cambio en la entrega del abono desde la Federación y se mantiene la ineficacia en la programación y distribución, se corre el riesgo de que la gente vuelva a interceptar y saquear vehículos por desesperación e incertidumbre.

Por ello pidió actualizar el registro de todos los beneficiarios, cruzar información entre las autoridades federales, estatales y municipales junto con los líderes comunales y ejidales, así como reducir los trámites burocráticos.

Por su parte, la alcaldesa Anabel Balbuena Lara criticó a la SADER al señalar que dejaron fuera a los alcaldes en el reparto, a lo que atribuyó en gran medida el desastre «a los presidentes municipales no se nos consideró respecto a la información de cuántos paquetes llegaron, a quiénes se dieron, qué paquetes se entregaron. Fue un tema muy complicado»

El dirigente de la Confederación Nacional de Productores de Maíz apuntó que en Guerrero se perdieron por lo menos tres mil millones de pesos por las siembras que no se lograron al no contar con infraestructura de acopio, de almacenamiento y distribución de agua, y por no contar con el fertilizante a tiempo.

Además advirtió que habrá hambruna en la población rural durante seis meses porque bajó la producción maicera 50 %, ante lo cual de marzo hasta abril habrá carencia de alimento para autoconsumo en la población más pobre.

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