En este sexenio repuntar· el sector social del campo mexicano con una nueva Ley y CÛdigo Agrario para no competir en desventaja en el T-MEC, dice el legislador

Para sacar al campo mexicano del abandono y miseria en que vive el 80 % de los productores agropecuarios, se requiere de una nueva Ley y un Código Agrario para que el ejido sea objeto de derecho y de crédito –que ya prepara el Senado-, y mayores apoyos no asistenciales, a fin de incorporar al sector social al desarrollo para dejar de competir en desventaja en el T-MEC con EE.UU. y Canadá.

Para el senador José Narro Céspedes, presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado de la República, los primeros logros en materia legislativa de estas nuevas leyes se tendrán a fines de año.

Con ello comenzaremos a lograr la soberanía alimentaria y mantener la dinámica exportadora, «para que el campo sea un verdadero motor de la economía nacional».

El senador Narro analizó en entrevista para Tierra Fértil la situación del campo mexicano, sus retos y perspectivas, así como la necesidad que tiene el ejido, la comuna y los pequeños propietarios de ser sujetos de crédito, pues no lo son porque tampoco son sujetos de derecho, pues la Ley Agraria se rige por las normas civiles ante la carencia de un nuevo código propio.

EL DIAGNÓSTICO

Al hacer un diagnóstico del campo mexicano, apunta que este sector refleja las condiciones de los últimos 36 años, «tiene un área muy desarrollada, productiva, muy importante por su capacidad, pero en magnitud es equivalente al 20 % del sector agrícola y ganadero nacional».

«Ese 20 % es el que se dedica a la producción nacional y exportación; el resto es fundamentalmente pequeña agricultura, prácticamente está en bancarrota, con mucha violencia y problemas de migración».

Explica que «este 80 % fue al que el modelo salinista dañó, pues reformó el marco jurídico agrario para que desapareciera y poder abrirle la puerta a los grandes monopolios, a las grandes empresas y generar condiciones para que se quedaran con el agua y con la tierra».

«Entonces los pequeños productores fueron llevado a una competencia ruinosa, desventajosa entre la agricultura mexicana contra la agricultura estadounidense y canadiense».

Para ejemplificar la forma en la que se compite en desventaja en materia agrícola contra los socios comerciales del norte, apunta que «aquí los insumos cuestan el doble de lo que te cuestan allá, como el diésel, que venden a 14 pesos; los fertilizantes; aquí están arriba de 8 mil pesos la tonelada, 12, 13 mil pesos».

«Los equipos, aquí están mucho más caros, no puedes competir porque allá en EE.UU. y Canadá, por un lado, a los cultivos los beneficia la humedad del invierno; en segundo lugar el mismo hielo permite matar las plagas y humedece la tierra».

«Estados Unidos tiene una ventaja al contar con una mayor radiación social; todas esas ventajas como insumos baratos, tierras de mayor humedad, hay hielo que limpia de plagas la tierra y la deja sana, pues te llevan a usar menos pesticidas e insecticidas», dice el legislador.

¿Cómo tenemos el campo en México?, se le pregunta, a lo que responde que tenemos un 80 % de los campesinos en la pobreza, pues ya prácticamente desapareció la agricultura social y la ejidal».

LAS SOLUCIONES

¿Cuál es el plan, el proyecto, para que esta agricultura del sector social reviva en el presente sexenio?

«Planteamos que hay que reformar la Ley Agraria, porque hay que volver a plantear que el ejido sea sujeto de desarrollo, el ejido y la comunidad indígena, pero para que sea sujeto de desarrollo, debe de ser sujeto de derecho».

En ese sentido, explica que en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, en la fracción 2ª del artículo 27 habla de dos regímenes de propiedad y reconoce la propiedad privada y la propiedad pública».

«El mismo Código Agrario, para poderse aplicar, utiliza el Código de Procedimientos Civiles, un código privado; el ejido está en el gran pacto social que se hizo con la revolución, pero actualmente no lo reconocen como sujeto de derecho ni como sujeto de desarrollo», expone el titular de la Comisión de Agricultura del Senado.

«Por eso cuando los campesinos van a pedir crédito, al ejido no lo reconocen como sujeto de crédito, porque no es sujeto de derecho; No hay créditos para ejidatarios, comuneros ni pequeños propietarios y su única garantía son las cosechas, pero ningún banco les presta a cambio de la cosecha».

«El tema es que vuelva el crédito para el campo, porque no hay crédito, no son sujetos de crédito para el desarrollo. Aparte de la tierra, el agua y el capital humano, los ejidatarios requieren del capital económico», pero nadie les presta, precisa.

«La otra parte que se requiere son grandes programas pero programas productivos, no programas asistenciales», expone el senador Narro Céspedes y «lamentablemente esos programas –como los precios especiales a los granos-, en el fondo significan subsidios, no tienen un trato real con el sector productivo, creo que hay que cambiar la lógica».

LAS TRES LEYES

El senador Narro Céspedes plantea que es necesario mejorar el marco jurídico para el campo, a fin de que sea más competitivo «por eso nosotros planteamos trabajar sobre tres leyes: La Ley Agraria, un Código de Procedimientos Agrarios y una Ley de Orden Económico del Campo».

«Necesitamos organizar al campo, los tiempos de la bonanza del campo ya pasaron» y explica que en el gobierno de Lázaro Cárdenas hubo muchos aspectos positivos para organizar el campo.

Recuerda que creó el Banco Ejidal, la Ley Ganadera, organizó a los productores, creó la Confederación Nacional Ganadera, la Unión Nacional de Productores de Caña, la Unión Nacional de Productores de Café.

«Durante 35 años logró en México lo que llamó el crecimiento estabilizador, al lograr que el país creciera a más del 6 % anual, especialmente el campo», expone y se le pregunta que si entonces lo que busca el Senado con estas leyes es retornar a este «crecimiento estabilizador»

«No es lo mismo, pero sí necesitamos apoyar al campo, porque con el gobierno de Salinas se desmantelaron todos los instrumentos de apoyo a la pequeña agricultura; ahora buscamos que el ejido se vuelva sujeto de derecho para que sea sujeto de crédito».

«Todo el andamiaje para apoyar a la pequeña agricultura desapareció, hay que recuperar con esas leyes parte de lo que se perdió, modificar algunos instrumentos para apoyar el campo», dice el senador Narro Céspedes.

«Se están dando los primeros pasos», comenta el entrevistado, para apuntar con respecto al tiempo, para tener listo el andamiaje jurídico para el campo, que esperan que este año esté listo».

«Pienso que en el segundo semestre del año se tiene que aprobar, este año es el de Zapata, la mejor forma de mostrar lo que pensaba Zapata de la tierra, es hacer un campo digno, un campo productivo, un campo justo, con bienestar, democrático».

POLÍTICAS PÚBLICAS

¿Podemos considerar que parte de las políticas públicas de la actual administración se pueden considerar como elemento del proyecto para sacar al campo adelante?

«Tenemos que cuando se firmó el primer Tratado de Libre Comercio (TLCAN), se fijaron políticas internas para compensar, para impulsar a los pequeños productores, pero el gobierno de México nunca hizo prácticamente nada en ese sentido».

«El 80 % del presupuesto del campo se destinaba para las grandes empresas, los grandes monopolios de empresas productoras del campo, para las grandes empresas internacionales; y para el 80 % del campo, les destinaban el 20 % del presupuesto».

«Eso ha cambiado un poco, pero realmente necesitamos verdaderos programas de desarrollo».

SIN ASISTENCIALISMO

El senador José Narro se pronuncia en contra del asistencialismo, como pudieran ser los programas de apoyo de SADER al campo, tales como los precios de garantía para la leche, el trigo, el arroz, frijol y maíz

«Creo que son apoyos insuficientes, hay que buscar apoyar no solo a los productores que tienen menos de 20 hectáreas; hay productores que no son monopolios ni minifundios y que tienen de 20 a 50 hectáreas, a los que hay que incorporar a estos programas».

EL T-MEC

Con respecto a las consecuencias que tendrá para el campo mexicano la firma del T-MEC, recientemente aprobado por el Senado, apunta que «en general estamos en un punto desfavorable para la pequeña agricultura, en la que no somos muy competitivos; creo que este acuerdo es más duro de lo que fue el TLCAN».

«Es desventajoso en el azúcar, en el tomate, porque le han impuesto condiciones e impuestos ilegales. En el marco del T-MEC proponemos un considerando del tema del tomate y la caña de azúcar».

«Planteamos que la única forma de hacer frente al tratado, que es desventajoso para el campo mexicano, requiere más apoyos para los agroproductores a fin de que la agricultura, ganadería y pesca se desarrollen porque México tiene una gran industria» en el sector rural.

«En el T-MEC seguimos sin poder competir: un agricultor mexicano con una yunta de bueyes está en desventaja contra quienes tienen un tractor grande -en EE.UU. y Canadá-, que puede mover más tierra a menor costo, con semillas, fertilizantes y precios buenos».

LO DIJO

La única forma de hacer frente al T-MEC, que es desventajoso para el campo mexicano, es apoyar más a los agroproductores a fin de que la agricultura, ganadería y pesca se desarrollen, porque México tiene una gran industria»

Senador José Narro Céspedes

SOBERANÍA ALIMENTARIA

Para poder competir en materia agropecuaria, dice que «por una parte debemos recuperar la soberanía alimentaria; por otro lado debemos apoyar a los productos que nos han colocado en la escena mundial como uno de los principales productos que nos han permitido ser superavitarios en la balanza comercial de 4, 5 años para acá».

Dijo que somos de los primeros lugares en berries, papaya, cerezas, limón, ganado en pie, tequila, cerveza, aguacate y puntualiza que somos de los primeros lugares también en tomate, en chile y segundos en sorgo a nivel mundial.

«Estos rubros en que hemos ido avanzando no los debemos dejar desprotegidos, sino seguirlos apoyando para que la economía no pierda su dinamismo; debe apoyarse a todos, grandes, medianos y pequeños productores».

«¿Por qué? Porque en el momento en que incorporemos a los pequeños agricultores al desarrollo, buscaremos que produzcan los granos básicos para no ser dependientes», dice, al retomar el tema de la soberanía alimentaria.

Con respecto a lograr la autosuficiencia, que algunos calculan que se logrará en por lo menos unos 30 años más, apunta que espera resultados a finales del sexenio, por lo que será necesario «dedicarle más presupuesto al sector social».

EL MENSAJE

Al hacer un breve resumen de lo que debe de hacer México para salir adelante en materia agropecuaria y mantener su dinámica exportadora, apunta que «al final

de estos seis años lograremos que el campo sea un verdadero motor de la economía nacional».«A pesar de la pobreza que hay en el 80 % del campo, a pesar de eso, es la segunda fuente de divisas, solo por debajo de las manufacturas, pues estamos por encima del turismo, del petróleo, de las remesas. Hay que apoyarlo».

El senador José Narro Céspedes le envía un mensaje de unidad a los agroproductores grandes, medianos y pequeños del país: «Hay que unirnos, trabajar juntos, son muchos los retos, muchas las dificultares, los vicios, la corrupción, pero hay que seguir trabajando»:

«El campo se va a poner de pie y va a ser una buena fuente de divisas del país para mejorar las condiciones de vida de la población».

Dejar un comentario