Hay retraso en el otorgamiento de permisos de pesca, en la entrega de apoyos, y además no existe vigilancia en los litorales de la estratégica zona Pacífico Norte
Mulegé, Baja California Sur, 06 de junio del 2019.- Mucha inconformidad existe entre los hombres de mar de dos de las entidades pesqueras más importantes del país por el tortuguismo en el accionar de la Comisión Nacional de Pesca.
Representantes de la Federación de Cooperativas Pesqueras de Baja California señalaron al periódico «El Sudcaliforniano» que existe un retraso en la renovación de los permisos, en algunos casos con hasta 4 meses.
Por su parte los pescadores de Sinaloa están sumamente molestos con el titular de la CONAPESCA, Raúl Elenes Angulo, a quien acusan de no poner en marcha los programas de apoyos y de desmantelar la estructura de la CONAPESCA en perjuicio de la tercera actividad económica más importante de la entidad.
Según información del periódico «El Universal», los cooperativistas sinaloenses están intranquilos porque han pasado seis meses de la nueva administración y no se han hecho los trámites para la liberación de recursos económicos para activar programas como los del diésel marino y el acuícola.
Por otro lado, un tema que preocupa a los cooperativistas de la región pesquera más importante de Baja California, ya que facturan más de 70 millones de dólares en productos de exportación de alto valor comercial como langosta, abulón y caracol, entre otros, es la falta de vigilancia.
Indicaron que desde hace más de cuatro meses no hay personal de la CONAPESCA que vigile los más de 300 kilómetros de costas donde tienen sus áreas de trabajo, debido que la dependencia federal retiró a sus oficiales.
«Solo queda un inspector de la PROFEPA en Guerrero Negro, a más de 250 kilómetros de Bahía Tortugas y a casi 300 de los campos pesqueros de la región de Laguna San Ignacio», acusaron los pescadores.
Señalaron que lo anterior provoca que ellos mismos tengan que vigilar las especies concesionadas antes citadas, una labor que para ellos implica riesgos en su integridad física, ya que ellos, dijeron, «no tienen autoridad, para actuar legalmente se requiere de la presencia del gobierno».
Los hombres de mar bajacalifornianos expusieron que esta situación pone en riesgo la actividad de las cooperativas pesqueras que tienen certificaciones internacionales, los que les permiten comercializar en mercados internacionales como China y Europa por el manejo sustentable que realizan desde la captura hasta la exportación.