Los bosques y selvas, los más perjudicados por el cambio de uso de suelo para la agricultura, aseguran investigadores de la UNAM
Ciudad de México, 03 de junio del 2019.- Según académicos del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, nuestro país ocupa el tercer lugar mundial en deforestación y la causa principal es el cambio de uso de suelo para la agricultura.
Lo anterior se señaló durante el foro llamado «Recursos naturales y escenario internacional, guerras comerciales y flujos migratorios», donde el investigador Alonso Aguilar expuso que así lo revelan los registros nacionales del INEGI sobre agotamiento y degradación del suelo nacional.
El investigador del IIEc informó al sitio de noticias “La Razón online” que según los indicadores, entre 90 y 95 % de nuestro territorio ya está deforestado, lo que coloca a México en el tercer lugar mundial en deforestación.
Luego de precisar que los bosques y selvas son los más afectados, abundó que esos mismos registros muestran que ha habido un cambio en los costos ambientales entre 2003 y 2017 por hidrocarburos, aguas subterráneas, afectación a los recursos forestales y el suelo.
Por su parte la también investigadora del IIEc, Citlalin Martínez comentó que «la principal causa de la deforestación es el cambio de uso de suelo para la agricultura. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) estima que sólo ocho por ciento de la tala es ilegal; por tanto, el resto se realiza con la venia de las autoridades».
Además, añadió que el incremento de la población ha provocado un aumento en la generación de residuos, la emisión de contaminantes y descargas de aguas residuales.
Además dijo que el sector manufacturero ha incrementado el uso y contaminación de agua subterránea, mientras que el sector agropecuario y de hidrocarburos son los que generan más impacto.
Por su parte, la también investigadora de dicho Instituto, Rosario Pérez, expuso que lo importante es determinar los costos del deterioro ambiental y su degradación, así como identificar cuáles son los sectores a los que hay que prestar mayor atención para tratar de recuperar y conservar el capital natural.
«Lo que se pretende», dijo, «es contar con una economía más desacoplada del impacto ambiental, más sustentable, más verde, es decir, una bioeconomía».