Tras la entrada en vigor de la nueva Ley federal del Trabajo, los tres sectores de la economÌa en MÈxico deben asesorarse de manera profesional y sobre todo cumplir la nueva normatividad para que prevalezca la armonÌa obrero-patronal.

Raúl Torres Lugo

«No hay buena ni mala Ley Federal del Trabajo; hay buena o mala relación obrero-patronal»: Mario de la Cueva, jurisconsulto mexicano de talla mundial. Esta filosofía instituida en los años sesentas en los tres sectores que mueven la economía y que ha sido la clave de las buenas relaciones obrero-patronales que vive México, debe predominar hoy en día a fin de preservar la paz laboral, la inversión y la estabilidad social y económica, asegura el connotado abogado poblano de nacimiento y jalisciense por adopción, Adalberto Ortega Solís.

En base a este pensamiento trasmitido personalmente por el maestro De la Cueva a este servidor en la etapa de estudiante, refiere el especialista en Derecho Laboral, «considero que la industria, los sindicatos y la clase trabajadora de México no tienen de qué preocuparse por la entrada en vigor de la nueva Ley Federal del Trabajo, por el contrario, deben ocuparse por fomentar una buena relación laboral, pero especialmente, en cumplir la ley al pie de la letra».

EL JURISTA

Don Adalberto, de palabra fácil, hablar coloquial que mantiene de manera constante a pesar del currículo que ostenta; de andar rápido; rostro que muestra la huella de los años; ojos avispados que denotan agilidad mental y una asombrosa memoria que a sus 84 años le permite ser un baúl abierto y listo para dejar salir fechas, números y sobre todo, amenas historias.

De inicio, momentos después de recibir a Tierra Fértil en una amplia oficina, con paredes cubiertas de fina madera en las cuales sobresalen grandes libreros de madera labrada que contienen enciclopedias con temáticas relacionadas al derecho.

Resalta un estandarte nacional con el escudo bordado en oro, que dice el interlocutor es un regalo presidencial, responde a preguntas como si las adiciones a la Ley Federal del Trabajo aprobadas por el Congreso de la Unión en mayo de 2019, ponen en riesgo la Paz laboral de México.

Además, aclara cuestionamientos sobre los beneficios o maleficios que atrae la reciente Reforma Laboral al campo de México; si los agregados hechos a dicha ley fueron los pertinentes, y sobre todo, de qué deben ocuparse los protagonistas de la cadena de valor agroalimentaria del país, ante la puesta en marcha de esta legislación.

LA NUEVA LEY

Maestro, desde su punto de vista, ¿qué es lo que pretende la nueva ley laboral en México?

«En el fondo, entre comillas, un mayor beneficio para los trabajadores. Pero en la realidad, un control de la clase trabajadora y los sindicatos. ¿Por qué? Porque es obvio que la actividad sindical va a centralizarse en un organismo en donde los afiliados tienen que tener ciertas especificaciones para fin de entrar en funciones y, por supuesto, estos, ya no van a poder emplazar como antes lo hacían».

¿Hay antecedentes de lo que sucede ahora en Jalisco y en México en el tema laboral?

«Sí, claro. Hace más de 50 años que se firmó en Jalisco un “Convenio Moral”, entre paréntesis, entre el gobierno del Estado de Jalisco, sindicatos y empresarios».

«En aquel tiempo se llegó a este pacto con la finalidad de que hubiera paz laboral en Jalisco, para ello, se firmó un documento en el que los signatarios se comprometían a respetar a los sindicatos. Se estipuló en aquel tiempo, además, que al primero que emplazara se le respetaría la titularidad del contrato para que hubiera paz y se eliminaron los juicios de titularidad de los contratos colectivos».

«¿Por qué? Porque antes del convenio el patrón era el jamón del sándwich, o sea, quedaba en medio de dos o más sindicatos en riña, por tanto, resultaba aplastado. Como consecuencia se paralizaba la producción, había inquietud laboral, y eso traía desconcierto y desconfianza para invertir en Jalisco».

«Como desde ese tiempo ya se vislumbraba que en el futuro podría venir bastante inversión a Jalisco, se tuvo que llegar a este acuerdo, porque ya por ese tiempo muchas empresas se negaban a invertir ante la existencia de los litigios por el manejo del contrato colectivo y de algún sindicato de la planta laboral».

Por fortuna desde esa fecha, todos los acuerdos signados se han manejado de igual manera que cuando se llegó al acuerdo lo que ha garantizado la paz, asegura Ortega Solís:

«Actualmente me causa buena impresión que se haya vuelto a renovar el convenio de respeto mutuo firmado por todos los organismos sindicales, las cámaras industriales, de comercio y el Gobierno del Estado; creo que esta alianza dará mayor tranquilidad a la entidad porque ahora (a partir del 2019), obviamente, los sindicatos independientes van a actuar y fuerte».

INESTABILIDAD ECONÓMICA

¿Considera que la entrada en vigor de esta nueva ley cree inestabilidad laboral? «En primer lugar, ahorita ya estamos en un momento en que se ha detenido la inversión. Pero no por la incertidumbre laboral propiciada por la nueva ley sino por la incertidumbre económica. Lo que sucede en el IMSS es un síntoma de esta inestabilidad que ya aparece en México».

«Quiero puntualizar que lo que ocurre con la institución federal que aporta seguridad social a los trabajadores de México es grave. ¿Por qué? Porque la situación que vive la seguridad social en México perjudica a todos los trabajadores. Un gremio laboral sin Seguro Social vive intranquilo y esa incertidumbre provoca ineficiencia e improductividad».

«Por eso repito tanto la frase del maestro Mario de la Cueva, afirma el experto en Derecho Laboral que ha asesorado a empresas de renombre mundial, «no hay buenas ni malas relaciones obrero patronales; no hay buena ni mala Ley Federal del Trabajo».

«Lo bueno o lo malo son las relaciones laborales entre patrón y trabajador. Por eso asevero que ese tipo de alianza (patrón-obrero), es fundamental fomentarla en estos días en el país y no procurar inducir el temor ante la entrada en vigor de las nuevas normas».

«La nueva Ley Federal del Trabajo no pretende crear caos en la economía nacional, lo que viene a hacer es a poner a trabajar a todos en serio; a propiciar en verdad su cumplimiento. Sin embargo, de no cumplir con la ley algún sector, corre el riesgo de quedar fuera del desarrollo laboral del país».

«Yo creo que muchos sindicatos no se habían metido a controlar a los trabajadores, llamémosle así, pero hoy lo van a tener que hacer porque si no, cómo van a lograr tener más del 30 % de los agremiados de una empresa para tener el control de los contratos colectivos. Entonces, habrá mucho de movimiento en el sector laboral mexicano, a partir de ahora».

«Por tanto, los miembros del sistema alimentario de México tienen que prepararse de manera especial para poder enfrentar los cambios, porque si antes no pedían los sindicatos intervención a la empresa ahora la van a solicitar para nombrar un delegado representante, con la finalidad que el líder esté atento y atienda debidamente a sus trabajadores».

«Sin embargo, si la empresa está presta a atender a sus empleados y hay un acuerdo entre estos, el industrial (en cualquier ramo) y los sindicatos, indudablemente habrá tranquilidad laboral, no hay nada más que hacer».

VIEJO SINDICALISMO

Maestro, ¿México corre el riesgo de que se multipliquen los sindicatos en las empresas?

«Siempre ha habido esa libertad de que haya varios sindicatos que manejen la planta laboral en alguna industria, aunque si reviste cierto riesgo para la paz laboral. No obstante, el sindicato que tenga la mayoría de trabajadores afiliados es el que va a manejar los contratos colectivos, eso está claro».

«Pero, es importante informar que siempre ha habido multiplicidad de sindicatos en las empresas, sólo que ahora, muchas de las cosas que existían y que no se ponían en práctica se tendrán que realizar; por eso, ante la entrada en función de las nuevas reglas, sucedió algo normal, muchos actores de los tres sectores de la economía nacional, pusieron el grito en el cielo».

LO DIJO

La preocupación más importante que debe de tener no sólo el patrón sino también el trabajador mexicano es conocer la ley y cumplirla al pie de la letra. Tener presente que su observancia es la clave para que haya tranquilidad laboral en cualquier país. Por esta prioridad, todos los actores de la economía nacional, tienen la obligación de asesorarse profesionalmente».

Maestro Adalberto Ortega Solís, Especialista en Derecho Laboral y Notario Público

Maestro, según los agroindustriales lo que pretende el gobierno de México es eliminar el viejo sindicalismo, ese que usted hablaba que ha mantenido la paz en México. ¿Usted opina lo mismo?

«Yo sí. Claro. Bueno, yo creo que lo que trata esta nueva ley es de darle incremento, auge, principalmente a los sindicatos independientes. Si esa es mi opinión».

Insisto, ¿se busca eliminar al viejo sindicalismo? «No. No creo que en concreto se pretenda eso con la nueva ley. Va a ser muy difícil que lo eliminen pero queda claro que si van atacar al viejo sindicalismo o a lo que llaman ellos (sindicatos independientes) Contratos de Protección, porque siempre han peleado contra ellos; ¿por qué?, porque no los han podido penetrar, manejar».

«Por ello, ahora que con las reformas a la Ley desaparecieron dichos contratos, los sindicatos en general, van a tener que agilizar la efervescencia y actividad del líder del organismo poseedor del contrato colectivo. Aunque aquí cabe reafirmar, que la norma no prohíbe que haya varios sindicatos en una sola empresa».

PRINCIPAL RIESGO

Pero, ¿quién va a tener el contrato colectivo de una empresa? «Por supuesto que el sindicato que tenga la mayoría de trabajadores afiliados. No obstante, esta prioridad marcada en la nueva Ley traerá sin lugar a dudas e intranquilidad en algunas empresas, aunque también en otras se va a fortalecer la paz laboral, todo va a depender de cómo se dé la relación obrero-patronal».

Licenciado, ¿las cuotas sindicales las manejará el sindicato que tenga el contrato colectivo?«No. Yo creo que las cuotas las va a manejar cada sindicato. Ni modo que solo el que tenga el contrato acumule el dinero, si el problema de todo mundo es la lana».

¿Cuál es el riesgo de atacar el viejo sindicalismo e implantar uno nuevo en México? «Desde luego que el peligro es que se dé la intranquilidad laboral. Aquí cabe preguntarse, ¿a quién va a perjudicar realmente el nuevo sindicalismo? La respuesta es que a la empresa y a los trabajadores porque va a haber ajustes, pero sobre todo, se trastocará la tranquilidad laboral».

«¿Por qué? Porque no es cierto que alguien pueda invertir sabiendo que su dinero corre riesgo financiero. Desde siempre, si el industrial ve que su empresa corre peligro, no invierte».

SIN FATALISMOS

¿La nueva Ley Laboral que le augura al campo de México? «¡No!. ¡No!. Yo no soy fatalista. ¡No!. No soy como otros abogados que dicen, ¡qué barbaridad! ¡Va a suceder esto! ¡No!. ¡No!. Quiero dejar muy claro un punto: ¡Señores! ¡La tranquilidad de la producción alimentaria depende de nosotros, de nadie más! Y siempre debemos recordar que la ley no es mala, las malas son las relaciones obrero-patrón».

«Pero, para mantener la tranquilidad productiva como hasta ahora en la nación mexicana, el sector laboral e industrial tienen que fomentar las buenas relaciones obrero-patronales, no hay de otra».

«Lo cierto que las relaciones de las personas son derechos humanos. Yo tengo derecho a asociarme, a sindicalizarme; tengo derecho a invertir, y a cuidar mi dinero. Pero si yo (empresario) cuido mi capital y tú trabajador me ayudas a producir y a cuidar la paz laboral, claro, cumpliendo yo con la ley, todos vamos a estar felices».

«En este contexto, todos los actores de las producción nacional tienen que estar conscientes de que en la nueva Ley se pusieron varios candados. ¿Por qué y para qué? Sólo hay que recordar que los mexicanos somos muy especiales. Por ejemplo, tengo la seguridad que un alto porcentaje de patrones tienen afiliados a sus trabajadores al Seguro Social con el salario mínimo, cuando ganan más».

«Sin embargo ahora, por ejemplo, las trabajadoras del hogar, al ser afiliadas al Seguro Social van a decir dónde trabajan; con quien y cuánto ganan. La diferencia ahora es que ellas lo harán, no el patrón y el trabajador del campo seguirá la misma tónica. Entonces, bajo este esquema, van a salir muchas cosas que no están bien vistas por la ley que hace el empresario».

TRAE ORGANIZACIÓN

Entonces, ¿será un perjuicio o beneficio para el campo esta nueva ley?

«¡No!. No creo que venga a ser un perjuicio para el sector primario. Vuelvo a repetir, esta nueva ley sólo viene a traer organización a los patrones y a hacer que se preparen y estructuren organismos tanto de industriales como de trabajadores».

«Pero, aquí se tiene que tener mucho cuidado con quien llegue primero, porque el que es primero en tiempo es primero en derecho; por tanto, habrá que ver cómo actúan los sindicatos que primeramente adhieran a los trabajadores del campo a sus filas».

Entonces, ante la nueva Ley Laboral, ¿de qué debe preocuparse la cadena agroalimentaria en México? «Más bien debe ocuparse de cumplir con la ley. Si yo cumplo con todo lo que me pide la nueva normatividad de qué me preocupo».

EN RIESGO

¿Está en riesgo la paz laboral? «Si, puede ser. Sin embargo, la preocupación en México en todos los sectores económicos a partir de ahora debe ser cuidar que la paz laboral no esté en riesgo. Mantenerla o trastocarla depende, vuelvo a lo mismo, de la buena o mala relación obrero-patrón que se dé en la República Mexicana».

«Hoy más que nunca, considero pertinente que los protagonistas de la economía nacional, hagan caso a las palabras externadas hace alrededor de media década por el maestro De la Cueva y entender que este concepto, ha significado la clave para mantener la inversión y la cordialidad laboral en el país».

«”No abogado, acuérdese, no hay buena ni mala Ley Federal del Trabajo”, palabras que me externó cuando se elaboró la ley laboral de 1970 de la que fue uno de los principales autores. Entonces, sin lugar a dudas, lo que se tendrá que cuidar en México a partir de ahora, es la buena relación obrero-patronal, no hay de otra sopa».

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