Hoy nos congratulamos al presenciar los primeros 25 años de la exitosa trayectoria del Consejo Regulador del Tequila, pero más nos entusiasma el hecho de que sus actuales dirigentes reconozcan el gran valor que las universidades e institutos tecnológicos han tenido en el desarrollo de esta gran y emblemática agroindustria, que es una de las que mayores divisas atraen a México.
Si bien es cierto que el origen del tequila es, quizá, milenario, también lo es que en su producción se había trabajado en forma aislada hasta que las actuales generaciones de tequileros detectaron la necesidad de unir sus esfuerzos para afrontar la creciente demanda mundial de tequila, asegurando su pureza, sanidad, calidad y, sobre todo, para aglutinar los esfuerzos de todos los participantes en la cadena de valor agave-tequila.
Con estos propósitos se creó hace ya un cuarto de siglo el Consejo Regulador del Tequila, que en esta ocasión, realizó el 28 de mayo en su sede de la avenida Patria, en Guadalajara, Jalisco, una ceremonia en la que reconoció a catedráticos, científicos, directores y rectores de diez centros de educación superior por su aportación al desarrollo productivo, científico, tecnológico e innovación a la cadena de valor agave-tequila, según lo mencionó acertadamente el presidente del CRT, Miguel Ángel Domínguez Morales, en cuyas manos ha estado el timón de este organismo, que hoy es un ejemplo a seguir.
Así enmarcada en la celebración del 25 aniversario de la fundación del organismo que rige los destinos de la industria tequilera, universidades como la Autónoma Chapingo (UACh), la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), la Universidad de Guadalajara (UdeG), la Agraria Antonio Narro, la UNAM, el Colegio de Postgraduados (COLPOS) y organismos como el CONACYT, recibieron de manos del licenciado Miguel Ángel Domínguez el premio «Jimador» a la categoría de ciencias agrícolas y «Espíritu tequilero», a la categoría de ciencias químicas.
Los rectores de las instituciones de Educación Superior recibieron el diploma que reconoce su invaluable aportación académica en ciencia, investigación, desarrollo tecnológico e innovación a la cadena de valor agave-tequila.
Cada uno de ellos señaló aspectos sumamente interesantes; por ejemplo, el representante de Chapingo expuso que investigan el agave desde el año de 1979 y que, entre otras cosas, guardan germoplasma de piñas de agave de 185 a 206 kilos de peso; mientras que la Universidad de Guadalajara, la UNAM y las demás instituciones antes mencionadas también enfocaron esfuerzos educativos a la producción de la tradicional bebida.
Por su parte la Universidad Autónoma de Guadalajara, junto con el Consejo Regulador del Tequila y la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, diseñaron un primer exitoso diplomado para capacitar a los maestros tequileros, que después de varias ediciones se elevó a una maestría, aportación que le valió a dicha institución educativa el reconocimiento del CRT.
Entre los logros de esta agroindustria, se dio a conocer que en 2018 se superó la producción de agave en un diez por ciento, lo que convertido en tequila produjo ingresos para México por casi 8 mil millones de dólares generados por más de 70 mil trabajadores.
Por su parte, el presidente del CRT, Miguel Ángel Domínguez Morales, agradeció en repetidas ocasiones la participación de las universidades en esta historia de éxito con su aportación de tesis, profesionistas ligados a la industria, no sólo en los aspectos puramente científicos, sino en la defensa de las denominaciones de origen, a las que dijo que debemos seguir cuidando.
Todo lo anterior es una prueba irrefutable de que la triple hélice del desarrollo tiene una gran importancia en el arranque y posicionamiento de los agronegocios, en este caso el productor de agave es un eslabón importantísimo en el inicio de la cadena de valor, como también lo es el empresario con su capital, pero es evidente que, como en el caso que nos ocupa, la ciencia y el conocimiento cierran el círculo virtuoso de esta cadena de valor que es un baluarte de nuestra economía.
Para quienes, en no pocas ocasiones le quieren cargar todo el peso de la productividad agrícola y pecuaria al gobierno, queda de manifiesto que éste, en el mejor de los casos, funge sólo como facilitador de los procesos.
Hoy en Tierra Fértil nos unimos al júbilo por este 25 aniversario del Consejo Regulador del Tequila y felicitamos sinceramente a los hombres y las mujeres que componen esta exitosa cadena de valor, especialmente a su presidente, el licenciado Miguel Ángel Domínguez Morales y a su director, Ramón González Figueroa, sin olvidar a nuestros amigos agaveros y de la industria tequilera de todo México. ¡Felicidades y a seguir produciendo como ustedes saben hacerlo!