El uso adecuado de microbios en el manejo agronómico de los cultivos, aumenta la eficiencia y el ahorro en el paquete tecnológico de hasta el 40 por ciento.
Los microorganismos y bacterias son la fuente de vida en la tierra, garantía de buenos resultados en la generación de alimentos, aporte de sustentabilidad al medio ambiente y bajos costos de los paquetes tecnológicos agrícolas. De los microbios inmersos en la tierra y del manejo adecuado de ellos por el agricultor, deriva la fertilidad y el sustento de los sistemas naturales.
En síntesis, de los microorganismos depende la existencia de todo ser vivo en el globo terráqueo, por lo que se deben cuidar y fomentar su equilibrio en el suelo. Tal afirmación proviene del consultor científico de la Organización de las Nacionales Unidas (ONU), especialista en física nuclear por la Organización de Estados Americanos (OEA) y experto en nutrición vegetal, José Antonio Vera Núñez.
El científico, que es además experto en la teoría de sistemas agrícolas y doctor en actividad microbiana, asegura que del adecuado manejo de los microbios depende el éxito de las labores culturales en la agricultura de México y del mundo.
Afirmó que si se le da la importancia y el uso adecuado a los microbios, el productor agroalimentario puede ahorrar hasta 40 % en el paquete tecnológico y cuidar algo mucha trascendencia hoy en día, el medio ambiente.
ORIGEN DE LA VIDA
Tras el cuestionamiento sobre cuál es la importancia de las bacterias, las micorrizas y la materia orgánica en la agricultura nacional y mundial, refirió que sencillamente, como dice el doctor Geo. F. Brooks en su libro de microbiología: Las bacterias, los microorganismos, son el origen de la vida.
Por ello, explica, Vera Núñez, es importante que cuidemos el suelo y a sus integrantes, porque es lo único que vamos a dejarle a nuestros nietos. «Los campesinos no heredan costales de alimentos, sino un suelo sano donde su familia pueda vivir en armonía con la naturaleza y generar vida», dijo.
Doctor, ¿esta cuantificación de microorganismos para qué le sirve al agricultor en su manejo agronómico, al cultivo en su desarrollo y al producto final? «Al agricultor le permite dar cuantificaciones precisas de lo que está haciendo y le indica qué cantidad del fertilizante que aplica en su cultivo, verdaderamente es aprovechado por la planta».
«¿Y en qué deriva eso? «Primero, en buscar tecnologías que nos ayuden a optimizar la fertilización. Y segundo, al mejorar el manejo de la nutrición de la planta, a potencializar el rendimiento final en la cosecha. Pero sobre todo, los microorganismos apoyan al agricultor a potencializar la rentabilidad de su cultivo».
«Por ejemplo, si se produce lo mismo con menos en base al uso de tecnologías o a prácticas de manejo del cultivo más eficientes, indudablemente se obtendrá mayor rentabilidad».
FERTILIZACIÓN EFICIENTE
Doctor, ¿cuánto sería el costo beneficio del buen manejo de microorganismos o micorrizas? «Datos que tenemos de la actividad microbiana encaminada a eficientar la fertilización revelan que bajo cierto manejo, en ciertos cultivos y condiciones, se puede reducir, tan sólo en el uso de fertilizantes, hasta en un 25 %». «Cabe decir que las micorrizas (del griego myces, hongo y rhiza, raíz) representan la asociación entre algunos hongos (micobiontes) y las raíces de las plantas».
«Por ejemplo, si se aplican 200 kilos de nitrógeno por hectárea, en el caso del cultivo de nogal, significa que sólo se aplicarán 150 kilos de este elemento. Y eso implica que en una tonelada de urea o sulfato de amonio se disminuya el costo, tanto en la aplicación como de la compra de ese fertilizante».
Doctor, ¿el beneficio alcanza la productividad del cultivo y la calidad de la cosecha? «Sí. Pero entendida esta productividad, en el sentido de generar lo mismo pero con menos recursos».
BAJAN COSTOS
¿Qué porcentaje sería la disminución de costos? «Voy a hablar de un caso concreto. Si una tonelada de sulfato de amonio le vale al agricultor cuatro mil pesos, y en lugar de usarla en la siembra de manera total solo aplica 750 kilogramos, por ese ahorro en la eficiencia del manejo agronómico, el campesino pagará únicamente tres mil pesos».
¿Actualmente cómo estamos en el sistema agrícola mexicano? ¿Qué tanto se aplica este tipo de tecnologías? «Estamos apenas en pañales, iniciando. Pero no muy bien, porque son tecnologías especializadas que requieren instrumentación y personal capacitado».
«Y en el país, desde el punto de vista agrícola, el único laboratorio que hace investigación de este tipo es el laboratorio de microbiología ambiental del doctor Juan José Peña Cabriales, ubicado en Irapuato, Guanajuato, científico con el cual trabajo».
«Sin embargo, es política del doctor Peña Cabriales acercar este sistema de manejo de microorganismos a la agricultura nacional en general, con el fin de que los productores aprendan a utilizar esta técnica que es susceptible de ser usada en todos los cultivos, por ejemplo, en caña, chile, jitomate, granos, plátano, etcétera».
SIN ACEPTACIÓN
¿En qué porcentaje del campo de México se acepta este tipo de tecnologías? «Por desgracia en el campo nacional hay una reacción negativa de aceptación del uso de bacterias, porque existe una idiosincrasia de formación en base a las experiencias de generaciones pasadas. Y porque siempre se han visto a estos microorganismos como enemigos».
«Sin embargo, puedo decir que muchos agricultores, a través de la capacitación proveniente de los técnicos, inclusive de algunos hijos de agricultores que ya salen a estudiar al extranjero y ayudan mucho a transmitir este conocimiento, empiezan a aceptar esta innovación tecnológica, aunque no como debiera».
«Es importante decir que la adopción en el sistema agroalimentario de México, como cualquier tecnología nueva, es lenta, pero confiamos que la replicación de resultados tiene que llevar a que su uso sea un poco más masivo». «Cabe destacar que hay países en el mundo donde estas tecnologías ya son el pan de cada día. No obstante en México vamos atrasados, aunque pienso que estamos en el camino correcto».
LA OPTIMIZACIÓN
Si este conocimiento tuviera más aceptación en la producción, ¿qué pasaría en el campo nacional a corto y mediano plazo?
«Desde el punto de vista de nutrición, primero, revolucionaríamos las técnicas de fertilización; segundo, se optimizaría el aporte de nutrimentos al cultivo y como consecuencia, se alcanzarían menores costos de producción. Y el tercer punto a lograrse, no menos importante, la agricultura contaminaría menos el medio ambiente».
«Con esos tres elementos, pienso que es suficiente incentivo para que los agricultores empiecen a adoptar esas tecnologías en México». ¿Qué tan importante es el uso de los microorganismos, hablando de moléculas, benéficas y maléficas; de microbios, en la agricultura?
«Son muy importantes porque los microbios lo que hacen a lo largo de su vida, de su crecimiento, es producir algunos compuestos benéficos para la raíz de la planta». «De tal suerte que como consecuencia de esa interacción con el vegetal, tienen la capacidad de reproducirse y, en algunos casos, con ese crecimiento en número, logran infectar algunos microorganismos y plagas que están en el suelo».
«Me explico: el beneficio se logra al potencializar el crecimiento de la planta vía la infección microbiana que se da a la hora de excretar lo que ellos (los microbios) no necesitan para poder crecer, y esta liberación de elementos ayuda a cuidar a la planta de sus enemigos». «Quiero aclarar que los microrganismos no van a sustituir a un fungicida o a un insecticida, sino que serán un complemento más en la sustentabilidad del sistema productivo».
BACTERIAS BENÉFICAS
¿Estos organismos son microbios? ¿De qué tipo? ¿A qué elementos apoyan? «Esos microbios son bacterias, hongos, actinomicetos, etc., que viven normalmente en el suelo y que los que nos dedicamos a la investigación, los aislamos del suelo, les ponemos nombre y apellido y los clasificamos por lo que hacen en el suelo y con los cultivos, para usarlos en beneficio de la producción alimentaria».
«Cabe explicar que las Actinobacterias o actinomicetos son un filo y clase de bacterias Gram positivas. La mayoría de ellas se encuentran en el suelo, e incluyen algunas de las más típicas formas de vida terrestre, jugando un importante rol en la descomposición de materia orgánica, tales como la celulosa y quitina».
«Una vez que sabemos qué hacen los microorganismos en determinado sistema ecológico, los reproducimos a nivel escala, primero en una macetita luego en un invernadero y después en el campo». «Y ya como siguiente paso, a los agricultores les corresponde hacer las evaluaciones de su existencia y aprovechar la gama de beneficios con los que cuentan».
DESARROLLO RADICULAR
«En concreto, lo que nosotros buscamos con esos microbios es que vía esa interacción con la raíz, potencializar el desarrollo radicular de la planta. Cabe decir que indirectamente tener una raíz más robusta, más grande, implica que la planta tiene la posibilidad de explorar más volumen de suelo».
«Y que ese mayor volumen radicular implica que potencialmente pueda absorber más fertilizante y al hacerlo, en lugar de tener pérdidas del agroquímico lo mete a la planta». «Consecuentemente, por un lado contaminamos menos y por otro absorbemos más fertilizante; por lo tanto, desde el punto de vista tecnológico, implica que esa mayor eficiencia puede ayudar a disminuir los costos de producción».
FUNCIÓN DEL AMINOÁCIDO
¿Menciona de manera constante la palabra aminoácido, para qué sirve en este sistema? «Los aminoácidos son componentes de las proteínas; el músculo que usted tiene, el bistec de res, etc., están compuestos por esos elementos. Y ese componente de las proteínas, desde el punto de vista de asimilación del vegetal, necesita hidrolizarse, romperse».
«Esos aminoácidos, hace 25 años atrás no se sabía si eran aprovechados por las plantas. Pero a partir del año 1998, los científicos hicieron estudios de cómo aplicar un fertilizante en baja concentración».
«Y en base a estos estudios, se descubrió que poner aminoácidos en el suelo implica que algunos microbios los pueden utilizar. Por lo tanto, la reproducción microbiana cuando va acompañada de un inoculante que tiene alguna función en el suelo, los aprovecha».
«¿Y cuál es la virtud de los aminoácidos? Sencillamente para que un fertilizante pueda aprovecharse, un microorganismo necesita meterle energía. Pero cuando asimila el aminoácido ya no le cuesta la misma cantidad de energía y eso es benéfico para el cultivo». «Por lo tanto, desde el punto de vista energético, resulta más barato que la planta consuma aminoácidos».
«¿Por qué? Porque la integración de este elemento con los microorganismos que se encuentran en el suelo, hacen que exista una mayor y mejor interacción benéfica de esa bacteria con la planta. Y el resultado, es un crecimiento de la raíz y, por ende, una mayor absorción de los nutrientes».
LA TRINIDAD
«Para hacer una analogía de virtualidad de esta tecnología, permítaseme utilizar el término de «trinidad» para referirme a tres elementos esenciales para la sobrevivencia y buen desarrollo de los cultivos: uno, la materias orgánicas, porque eso es carbono; dos, los microorganismos, que a diferencia de las plantas, no fijan carbono pero lo mineralizan para ellos poderlo aprovechar».
«Y tres, los minerales, estoy hablando de nitrógeno, fósforo, potasio y el microorganismo que dinamiza esos tres elementos. Estos tres factores en esencia, son la parte viva del suelo, por eso les llamo la trinidad que habita la tierra y que le da vida». «Es decir, estos elementos que están en el suelo son los que provocan que la tierra respire, que haya crecimiento de diversos microorganismos».
«Pero, ¿para qué sirven estos bichos? Para que los nutrimentos que se van a mineralizar estén disponibles para la raíz. ¿Por qué? Porque solamente pueden estar disponibles en la tierra una vez que se hayan mineralizado».
LO DIJO
Yo le sugeriría a los campesinos tres cosas respecto al uso de microorganismos en su cultivo: una, que integren estas tecnologías básicas de composteo. Dos, que hagan uso eficiente de sus fertilizantes. Y tres, que en aras de integrar un sistema más sustentable, experimente y evalúe algunas tecnologías que ya existen en el mercado, a fin de que obtengan un mejor desarrollo de la producción agrícola»:
José Antonio Vera Núñez, experto en nutrición vegetal
«Quiero aclarar que el microbio es mucho más competitivo que una raíz en el suelo. Entonces, ese microorganismo lo que hace es inmovilizar, meter esos nutrimentos a su cuerpo, a su metabolismo, y una vez que muere, en lugar de perderse como todo ser vivo, se queda en esa matriz orgánica de la planta que es la raíz».
«Me explico: el microbio muere y libera nutrimentos pero ya en una forma disponible para la planta. Entonces, una parte de la raíz va a chocar con ese nutrimento y lo va a poder absorber; ese es el dinamismo del sistema productivo vía microbial».
DINAMISMO VITAL
Doctor, entonces, ¿queda claro que los microbios son fuente de vida? «Es correcto. Componen la trinidad que forma el dinamismo de la vida en el suelo y son artífices de ésta, porque como ya expliqué, el sustento de la fertilidad del suelo son los microbios».
Entonces, ¿en esos microorganismos está el presente y el futuro de la agricultura mundial? «No sé si el presente y el futuro, pero su buen uso nos puede ayudar a generar la sustentabilidad de los suelos, por supuesto, estos complementados con fertilización y con materia orgánica (micorrizas)».
¿Los microorganismos se deben ver y cuidar por ser fuente de la vida? «Sí. Sí. Hay un libro muy famoso de microbiología escrito por el doctor Geo. F. Brooks, que dice que la vida no hubiera sido posible sin los microbios y donde se asegura que nuestro ancestro común fue un microbio».
Doctor, ¿del buen manejo, entendimiento, uso adecuado de microbios y microorganismo, depende el buen desarrollo de la producción agrícola y la conservación del suelo? «Si, por supuesto. Un buen manejo agronómico debe estar sustentado en el buen uso de microorganismos; de la integración de las bacterias a todas las prácticas de manejo agrícola».
«Por todo lo anterior expuesto, afirmo que esta tecnología debe ser implementada en el sistema agrícola en México en corto plazo, si se quiere enfrentar con éxito los retos agroalimentarios mundiales».
SIN MIEDO
¿En el campo de México ya no se le tiene que tener miedo a los microbios? «Hay microorganismos en términos clínicos que son devastadores, el E.coli, salmonella causan diarreas; pero desde el punto de vista agronómico, tenemos muchos elementos de seguridad que deben implementar las empresas que hacen este tipo de estudios».
«¿Para qué? Para dar bioseguridad al uso de estas tecnologías de punta. No obstante, afortunadamente hay muy pocos microbios agrícolas que son patógenos de humanos». «Sin embargo, si es necesario que todos los estudios de bioseguridad se hagan al liberar en el suelo este tipo de microorganismos», finalizó.