La plaga denominada “palomilla” amenazaba con dañar la cactácea nacional, pero fue combatida para prevenir su avance
Isla Mujeres, Quintana Roo, 03 de diciembre del 2018.- La peligrosa y voraz palomilla del nopal amenazaba con extenderse en las plantas de nopal de la Península de Yucatán, pero gracias a que fue combatida eficientemente, se evitó su avance para que no dañara esta planta.
Así lo informó el medio de comunicación Por Esto Quintana Roo al precisar que ya comenzaron a brotar nuevas plantas luego de los severos daños que ocasionó a las nopaleras.
La oportuna detección de esta plaga en Isla Mujeres, llamada Cactoblastis cactorum, puso en marcha un programa de trabajo del Centro Nacional de Referencia Fitosanitaria de la entonces llamadas SAGARPA, hoy Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
Esto, tras de que el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Quintana Roo confirmara oficialmente el arribo de la plaga el 11 de agosto del 2006, luego de diversas supervisiones de zonas afectadas.
Para acabar con la palomilla, los científicos la atacaron desde la colonia La Gloria hasta el extremo sur, donde las plantas silvestres de los acantilados ya estaban contaminadas con este «asesino de nopales».
Luego de varios años de trabajo, por el momento no han reportado rebrotes de la plaga, ya que la entonces SAGARPA busca proteger a la industria nopalera del país, informó el Comité Estatal de Sanidad Vegetal.
Tal insecto es considerado como una de las mayores amenazas a la biodiversidad de México, en particular de diversas especies de Opuntia, entre las que se encuentran variedades comerciales y silvestres de nopales.
La Cactoblastis cactorum es la palomilla del nopal, nativa de Sudamérica, que pretendieron usar en esa parte del continente para deshacerse del nopal, considerado como plaga vegetal, pero mientras en Australia tuvo éxito, de Sudamérica se extendió a varias naciones, entre ellas, incipientemente, a México.
En México hay 83 especies de opuntias, 53 de las cuales son exclusiva del país y 19 de ellas tienen potencial para ser dañadas por la C. cactorum, pero por lo pronto ya están a salvo el nopal mexicano de alto consumo y el nopal silvestre en Isla Mujeres.