El comportamiento destructivo de esta extraña criatura híbrida, bautizada como “beefalo”, está causando daños a su ecosistema.
Colorado, Estados Unidos, marzo 3 de 2015.- Un intento fallido por criar una raza mitad res y mitad búfalo que se realizó a principios del siglo XX, está causando daños al ecosistema del gran Cañón del Colorado.
El comportamiento destructivo de esta extraña criatura híbrida, bautizada como “beefalo” -que antaño fue dejado en libertad- está resultando un dolor de cabeza tanto para los ambientalistas como para los grupos indígenas que quieren eliminarlo.
Esta bestia, que es muy sedienta, llega a consumir hasta 45 litros de agua por día, lo que significa que una manada puede secar un pozo en poco tiempo.
Pero éste no es el único daño ambiental que provocan. Defecan también en las fuentes de agua y su peso compacta la tierra. Su apetito voraz y su predilección por los baños de polvo dejan el suelo vacío.
Y mientras ellos prosperan, otros animales se ven forzados a abandonar el lugar y el ecosistema pierde su equilibrio natural, dicen los ambientalistas. Los insectos y las plantas exóticas también se ven afectados junto con el hábitat.
Aunque el Gran Cañón es inmenso y los “beefalos” son sólo 600, estos causan daños en las zonas más sensibles del parque.
Por ello, las autoridades han estado consultando sobre cuál es la mejor manera de lidiar con estos animales.
Y mientras que algunos cazadores estarían felices con la idea de darle caza al “beefalo”, muchos grupos indígenas se oponen a que se le dé muerte por deporte.
Las opciones incluyen métodos letales y no letales como acorralarlos o suministrarles anticonceptivos. Pero hasta la fecha, ninguna de las iniciativas ha dado resultados.