Detectan efectos calmantes, antidepresivos, sedantes, analgésicos y anticonvulsivos en la tilia de hoja y el toronjil.
México, D.F., agosto 7 de 2014.- Estudios realizados por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRF) descubrieron que las plantas toronjil (Agastache mexicana) y la tilia de hoja (Tilia americana variación mexicana) son efectivas para tratar enfermedades del sistema nervioso central.
Investigadores de ambas instituciones comprobaron que los tres tipos de toronjiles (blanco, morado y azul) y la tilia de hoja presentan efectos ansiolíticos y disminuyen los nervios y el dolor. De acuerdo con la evaluación farmacológica realizada en ambas plantas se determinaron sus efectos calmantes, antidepresivos, sedantes, analgésicos y anticonvulsivos.
El trabajo realizado por la doctora Eva Aguirre Hernández, especialista de la Facultad de Ciencias de la UNAM y la doctora Eva María González del INPRF, demostró el importante papel que juegan los aminoácidos o receptores GABA, que funcionan como neurotransmisores, por lo que los compuestos llamados flavonoides han sido reconocidos como una nueva familia de medicamentos psicotrópicos (benzodiacepinas), con la ventaja de no presentar efectos secundarios.
El experimento para realizar este estudio fitoquímico consistió en aislar e identificar los compuestos químicos (metabolitos secundarios) que sintetizan ambas plantas, mediante técnicas que permiten extraer sus elementos y purificarlos.
Según las investigadoras, estas plantas estudiadas producen una gran cantidad de aceites esenciales, que sirven de materia prima en la fabricación de medicamentos empleados para enfermedades del sistema nervioso central, además se obtienen otros compuestos químicos utilizados en aditivos alimentarios, cosméticos, perfumes, aromaterapia y textiles.
Agregaron que dichas especies también sintetizan compuestos de tipo flavonoide, los cuales poseen propiedades anti-oxidantes y protegen a las células del estrés oxidativo relacionado con patologías asociadas al envejecimiento, como las enfermedades de Alzheimer y enfermedad del Parkinson.
Abundaron que la evaluación farmacológica se realizó en modelos animales con la finalidad de determinar la eficacia y el margen de seguridad de los compuestos activos de ambas plantas. Los resultados obtenidos confirmaron sus propiedades medicinales para uso terapéutico, cuando existen daños en el sistema nervioso central.
Las investigadoras recordaron que las enfermedades psiquiátricas, como la ansiedad y la depresión, una vez iniciadas, se agudizan conforme transcurre el tiempo, invalidando socialmente a quienes la padecen. Dijeron que para tratar dichos padecimientos ya existen fármacos efectivos, pero producen efectos colaterales negativos tales como sedación y dependencia.
“Por ello, el siguiente paso es realizar experimentos con otra especie animal, para tener mayores resultados que permitan a largo plazo aplicarlo a nivel de pruebas clínicas en niños, adultos, personas sanas y con problemas del sistema nervioso”, finalizaron.