La cadena agroalimentaria nacional advierte que si en 2014 no se elimina la cultura del subsidio, no se le da un sentido integral al cambio y no se cuenta con el consenso real de toda la cadena productiva; la ley nacería muerta
El campo Mexicano sufrirá a partir del próximo ciclo, una reforma estructural; el sector rural será cimbrado desde sus cimientos a fin de reubicar su sentido social para hacerlo más productivo, anuncia la Presidencia de la República en México.
Ante este inminente cambio sustancial del sistema agropecuario en el país, anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto en noviembre, los integrantes de la cadena productiva en México muestran su beneplácito.
La perspectiva de ver caer un modelo organizacional anacrónico que rige la producción agroalimentaria en el país desde hace más de 40 años, es motivo de fiesta, aseguran.
DEBE SER INTEGRAL
Sin embargo, advierten que la reforma al campo debe ser integral y contar con el consenso real de toda la cadena productiva, de lo contario, nacería muerta.
Requieren desde hoy que la reforma y quienes la promuevan, deben mantenerla aislada de la política y el proteccionismo; privilegiar la productividad y las buenas prácticas agrícolas y proveerla del respaldo del gobierno ante acuerdos internacionales de comercio, de lo contrario, en vez de caminar hacia adelante, se retrocederá aún más.
A la vez, muestran desconfianza a las acciones gubernamentales emprendidas hacia la producción agropecuaria, suspicacia que se han ganado los funcionarios públicos a pulso a través de los años, aseguran.
NO POR DECRETO
Sin embargo, en opinión de organismos agrarios como la Confederación Nacional Campesina (CNC), el campo en México no podrá recuperarse por decreto y menos descargando en él chorros de dinero.
Como todo proyecto, subrayan, necesita tiempo, requiere voluntad política de las instancias de gobierno, pide un marco jurídico que vigile que la comercialización se dé con preferencia a los productores mexicanos.
Necesita, agregan, que la política de subsidios no vaya a parar a las campañas políticas, o a los bolsillos de personas sin escrúpulos que explotan a los productores.
CON UNIDAD NACIONAL
En resumen, señala el senador Gerardo Sánchez García, presidente de la CNC nacional, que sí, sí se puede levantar a un campo devastado con reformas como la anunciada, siempre y cuando exista la unidad nacional.
«Estructurar una reforma y hacer crecer un campo caído, podría compararse con un edificio o una simple casa. Si no se les da mantenimiento adecuado y puntual, se pueden venir abajo. Si atendemos todas sus necesidades, un edificio viejo puede parecer nuevo, funcional, duradero».
Las declaraciones surgen tras de que el presidente Enrique Peña Nieto afirmara ante el pleno del CNA que, luego de ser aprobadas las reformas que están todavía en la mesa de negociaciones, iniciará el cambio del modelo productivo que ha regido al campo en México durante las últimas cuatro décadas, a fin de sacar del olvido al sistema rural mexicano.
«Luego de la aprobación de las reformas: educativa, energética, hacendaria y política, llegó en verdad el tiempo del campo; en el 2014 habrá una gran reforma para el sistema rural nacional» asentó en su discurso.
TIEMPO DE SIEMBRA
El titular del ejecutivo nacional, destacó al anunciar la reforma al campo, que «es tiempo de sembrar una semilla de esperanza, compromiso y trabajo responsable en el sistema agroalimentario del país. Es tiempo de reformar el método rural de la nación; es tiempo de sacarlo de la pobreza en que se encuentra».
Recalcó el primer mandatario mexicano que tras más de 20 años de abandono, de baja productividad, de pobreza, en el sistema agroalimentario del país, es tiempo de darle un giro de 180 grados y cambiarle el rostro a un campo olvidado: «es tiempo de transformar al campo y hacerlo más productivo. De implementar una nueva política agroalimentaria en donde todos ganen».
Hoy, es prioritario aumentar las ganancias de agricultores y ganaderos; mejorar la calidad y precio para los consumidores; revertir el creciente índice de pobreza en el sector rural.
Al cambiar el modelo caduco que rige actualmente el campo en México, el gobierno pretende en el año 2014 aumentar y extender la superficie de riego, reactivar el uso de fertilizantes, facilitar el acceso a las semillas y garantizar el crédito al sector.
Además, busca elevar la tasa de crecimiento anual del PIB agropecuario que en el segundo trimestre del 2013 fue de 7.6%, muy por encima del PIB nacional que osciló en 4.2; lograr una balanza agropecuaria superavitaria y aumentar la participación de productos mexicanos en el consumo nacional, refirió.
REFORMA INTEGRAL
Por su parte, Enrique Martínez y Martínez, titular Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), señaló al respecto que la gran reforma al campo anunciada por el ejecutivo, busca resolver la falta de productividad en ese sector, principal problema que lo ha mantenido estancado durante más de dos décadas.
En la presentación del Atlas Agroalimentario 2013, que se llevó a cabo en la capital del país, aseveró que el documento es muy importante para todos los que se encuentran en el referido sector productivo y que los avances que se han tenido en materia de información, han sido constantes e importantes.
Recalcó que la gran reforma al campo es integral y «va sobre todo a buscar cómo resolvemos la falta de productividad en el campo».
COMPLACIDOS
Tierra Fértil, ante el anuncio de las autoridades de que junto con la Reforma Educativa, Hacendaria y Energética irá aparejada a una Reforma Integral al Campo, buscó la opinión de los principales actores de la cadena productiva alimentaria de México.
Respondieron cuestionamientos como si: ¿es viable con la estructura agroalimentaria actual, afrontar una reforma al campo como la que anuncia el presidente para el 2014? y ¿Qué perspectivas se vislumbran para el sistema agropecuario con la Reforma?, entre otras.
En general, los líderes de productores, campesinos y agro empresarios, mostraron beneplácito por el anuncio del Presidente, sin embargo aseguran que no se debe esperar que la reforma al campo, por sí sola, sea la panacea que resuelva el problema productivo agropecuario nacional, es necesaria, dijeron, la conjunción de esfuerzos entre la producción y gobierno.
CAMBIO DE MODELO
Coincidieron en que debe cambiar el modelo del campo en esencia, más no necesariamente la estructura actual y aseguraron que es posible abrir el cambio con lo que se tiene.
No obstante, consideraron que es urgente reestructurar los principales órganos que rigen la producción alimentaria de México, e incluso mencionaron la posibilidad de que SAGARPA adecúe sus programas y estructura hacia la situación actual. Y ante lo apremiante del tema de sustentabilidad, algunos mencionaron la necesidad de que SENASICA sea un ente autónomo.
OPINA EL CNA
En ese sentido el Director General del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) Luis Fernando Haro Encinas, mostró su beneplácito al anuncio presidencial. «Que venga una reforma para el campo, lo vemos con mucho entusiasmo y con muy buenos ojos».
Hace dos años, informó el líder agroempresarial, presentamos al entonces candidato a la presidencia Peña Nieto, la necesidad de que el campo mexicano cuente con una política pública de largo plazo que ayude y promueva la producción de alimentos.
Somos conscientes y así lo manifestó de igual manera el titular del ejecutivo, que el campo mexicano tiene un potencial muy grande para incrementar la producción de alimentos y coincidimos en que para lograrlo, se requiere tener una visión de largo plazo en los proyectos y financiamiento.
URGENTE EL CAMBIO
«Esos temas, son los que vendría a solucionar una reforma integral del campo, porque realmente sí hay muchos elementos a modificar a fin de contar, desde este sexenio, con un campo más productivo, más competitivo».
Al ser cuestionado sobre si el modelo del campo tiene que cambiar, la respuesta fue inmediata. ¡Claro que tiene que cambiar!, ¡debe adecuarse de inmediato a las condiciones mundiales!
«El gobierno tiene que cambiar el modelo de política pública dirigida al campo para poder atender el riesgo global latente de no producir tan siquiera los alimentos necesarios para los 119 millones de mexicanos en los próximos años. Se tiene inclusive, para el 2050, que incrementar la producción de alimentos en más de un 60 por ciento». Por la importancia de la fuente y por la actualidad e importancia del tema mostramos el texto de la entrevista con Luis Fernando Haro Encinas.
Ingeniero, y la SAGARPA, ante la inminente reforma ¿puede o debe seguir igual?
Si no cambia de inmediato, no creo que (necesariamente) vaya a tener una injerencia negativa en el nuevo sector que se planea.
Pero la realidad actual es otra, sí se requiere de modernizar esa secretaría porque la reforma trae de la mano la innovación institucional, y ese es un punto trascendental que debe haber cambiado hace años, como lo ha planteado la CNA.
El cambio de estructura de órganos de la importancia de esta secretaría, es importantísimo para la definición tanto de normas y negociaciones comerciales y para hacer eficiente el ejercicio.
Ingeniero el tema de sustentabilidad es primordial en estos tiempos. ¿El SENASICA debe de ser un ente autónomo como lo sugieren los ganaderos?
No importa si es un órgano descentralizado, lo importante es que funcione y lo haga bien. Pero dentro del cambio de estructura de la SAGARPA, debe tomarse en cuenta cómo fortalecer y desarrollar el SENASICA, independientemente si está dentro de la secretaría o si es un organismo descentralizado.
No me queda claro si realmente el hecho de que se descentralice venga a hacerlo más eficiente, se debe analizar realmente la parte que tengamos que hacer para que el tema fitozoosanitario se fortalezca y sobre todo, el brazo armado de SAGARPA, en cuanto a sanidad en el campo se refiere, sea más fuerte.
Ingeniero, el secretario Enrique Martínez y Martínez mencionó en Jalisco que la SAGARPA ya tiene los pies en la tierra; ¿No los tenía antes?
Yo creo que los pies en la tierra sería el sinónimo del reconocimiento de la prioridad que tiene el campo mexicano para el gobierno.
Hoy vemos lo que no habíamos visto en algunas administraciones, y no quiero hablar de partidos ni de tiempos, simplemente es que hoy vemos un gobierno que ha volteado a ver el campo, no como un problema sino más bien como una oportunidad para poder desarrollar una actividad primaria con todo lo que implica.
¿Ahora, (qué) a esperar que se tome en cuenta a los productores para integrar la reforma?
Hay una comunicación permanente con la autoridad; lo que tenemos que hacer es participar activamente para que las necesidades y las demandas del sector puedan ser atendidas.
Pero hay que aclarar que el tema de la dispersión de recursos y apoyos, no necesariamente debe ser lo primordial en la próxima firma de acuerdos.
Destacar que el fondo de la próxima reforma en el campo no debe conllevar que crezcan los subsidios para el productor, ese no creo que sea ni debe ser ese el objetivo del presidente.
CAMPO RENTABLE
Debe reformarse el campo para hacerlo más rentable, más competitivo y que simplemente el gobierno al final del día, se convierta en un facilitador de condiciones adecuadas para fomentar la producción de alimentos.
La función de este importante documento debe estar clara, el concepto no es aumentar el monto de la caja fuerte para entregar recursos sin tener ningún impacto en la producción, que quede anotado desde ahora, reclama.
Entonces ¿la firma de este documento, debe buscar por todos los medios la profesionalización del campo?
Totalmente. Hay mucho que hacer ahí por parte el gobierno y el sector privado, particularmente para que esta reforma no se politice. Para evitar que con la firma del acuerdo, se beneficien sólo grupos e intereses y se trunque el sentido de productividad y el posible impacto de la economía y la parte social en el país.
Hay escepticismo en el campo de México por este documento, ¿Ustedes tienen otra visión?
Ese escepticismo de repente puede llegar a existir a nivel general; no creer que reformas (como la) energética vaya a beneficiar a México, a su campo es un tema de cultura. Y ciertamente, si no logramos influir para que dentro de esa reforma se plasme lo que realmente queremos, las cosas seguirán igual.
En la medida que participemos todos con el ejecutivo y legislativo; que hagamos propuestas viables para que la nueva ley funcione y que los productores no sólo estiren la mano para recibir subsidios, en ese tenor cambiará el destino del sistema rural, y volverá la confianza en nuestras autoridades.
LA CNC DE PLASCEMES
Por su parte la Confederación Nacional campesina (CNC), en voz de su presidente Gerardo Sánchez García, señaló que es de suma importancia el que se reforme el campo en México.
Aseguró que por supuesto que se puede levantar a un campo devastado como el que tiene ahora México con reformas como la que se anuncia; sólo debe cuidarse en este proyecto presidencial que verdaderamente se cambie de modelo productivo en el sistema rural mexicano.
Tomar en cuenta, dijo, que si en 6.1 millones de hectáreas producimos el 50 por ciento de los alimentos del agro mexicano, queda claro que el potencial productivo en las zonas de temporal, es de grandes dimensiones.
APLICAR TECNOLOGIAS
Y por supuesto, que ahí es donde está la respuesta a los esfuerzos por aumentar la productividad, nada más que es necesario aplicar tecnologías novedosas, fertilizantes adecuados, manejo tecnificado del suelo y agua, y utilizar semillas que tengan respuesta efectiva al uso de estos elementos.
También es importante, con la reforma, que se aplique una política verdadera de estado para que las leyes se cumplan; lo mismo que los programas de apoyo institucional y que, igualmente, los tratados comerciales de México con el mundo no se conviertan en limitantes del desarrollo agropecuario, sino que sean promotores.
Ya no es tolerable, apuntó, que entren productos del sector rural internacional en cualquier tiempo, incluso cuando los productores mexicanos están en plena cosecha.
Esto les provoca fuertes pérdidas por la baja súbita de los precios, al grado de que los productores no alcanzan ni a recuperar los costos. Creemos que ya es tiempo de que esto se evite y que mejor que sea por iniciativa de la presidencia de la república.
Senador, ¿es viable con la estructura agroalimentaria actual, afrontar una reforma al campo como la que anuncia el presidente para el 2014?
Obviamente que tenemos que empezar con la estructura actual. Precisamente una reforma implica cambios a lo establecido. Pero por hoy tenemos que emprender una reforma profunda al campo mexicano, una auténtica revolución a los sistemas productivos: de almacenamiento, de transporte, comercial, financiera, de todo tipo, con lo que existe.
¿Qué perspectivas vislumbra la CNC para el sistema agropecuario con la Reforma?
Invariablemente que una reforma profunda del campo, como la que propone la Confederación Nacional Campesina, implica cambios institucionales del gobierno federal, de los gobiernos estatales y municipales en cuanto a la metodología, al marco jurídico para impulsar en mayor medida al sector agropecuario, forestal y pesquero.
Esos cambios deberán darse primero, en la aplicación de la ciencia y tecnología al servicio de los campesinos, ganaderos, sector forestal y a quienes dedican su esfuerzo en la pesca y acuacultura.
En segundo término, en la capacitación de productores; es preciso darles los elementos suficientes para producir en las mejores condiciones de calidad. La capacitación es un proceso permanente, sobre todo en cuanto al uso de semillas mejoradas, fertilizantes químico y orgánico.
ALIMENTOS ORGÁNICOS
En tercer lugar, en la producción de alimentos orgánicos. Ver que estos alimentos se cotizan hoy a mejores precios y en muchos países existe en la actualidad una demanda insatisfecha.
Como cuarto punto, el financiamiento es otro elemento que debe mejorar a la par de los avances tecnológicos. Primeramente, se debe considerar un esquema diferente a los sistemas aplicados en el pasado reciente, porque sencillamente no existió el crédito para el grueso de productores del campo en doce años de gobiernos panistas.
Como punto cinco, es necesario crear las instituciones apropiadas para llegar a diferentes estratos de productores, en función de sus necesidades.
Y seis, el productor del campo debe contar con facilidades para sembrar, vigilar todo el proceso de desarrollo de sus cultivos, protegerlos contra fenómenos meteorológicos, cosecharlos y comercializarlos. Todos estos procesos requieren de invertir tiempo y dinero.
Senador, a un año de anunciada la nueva estructura de SAGARPA, ¿cuál es el balance?
Una restructuración institucional lleva tiempo. Requiere de cambios jurídicos y administrativos. En ocasiones los cambios deben darse “sobre la marcha”.
Regularmente una restructuración se empieza a notar al segundo o tercer año. En algunos casos los cambios se dan de inmediato, pero en otros, como en el ejercicio presupuestal, se requiere tiempo y espacio.
Y las inversiones del sector público responden al desarrollo de planes y programas que se van presentando de acuerdo con los diferentes ciclos agrícolas. El cambio, estamos seguros, será paulatino a partir de ahora.
Lo que pugnamos las organizaciones campesinas, en particular en la CNC, es que el ejercicio presupuestal se dé en tiempo y forma; que se entienda que la ampliación de la infraestructura también requiere de puntualidad en el gasto público y el avance de obras debe ser equivalente con la importancia en su cobertura de beneficio social. Eso si esperamos de la SAGARPA, nueva o vieja.
La Secretaría de Agricultura ¿está preparada para afrontar los nuevos retos?
Una Secretaría de la importancia de la SAGARPA, tiene que estar preparada para afrontar todos los retos. Pensamos que si el año 2013 ha sido bueno en cuanto a la presencia de las lluvias, esto deberá reflejarse en los siguientes tres o cuatro ciclos agrícolas.
Hay un viejo dicho que se manejaba en tiempos de don Manuel Bernardo Aguirre. «A un buen periodo de lluvias, seguramente le sigue un buen secretario de Agricultura».
Estamos seguros en la CNC, que la Secretaría de Agricultura y sin duda todas las demás dependencias del sector agropecuario, responderán con hechos a la confianza que el Presidente Enrique Peña Nieto les dio.
La nueva SAGARPA ¿augura buenas nuevas para la producción de alimentos en México?
Estamos seguros que la estructura que tiene ahora la SAGARPA, es lo que se requiere actualmente para el desarrollo sostenido del campo mexicano.
Sin embargo, el rescate del campo mexicano, requiere del concurso no solamente de SAGARPA y de todas las dependencias que concurren en el sector rural, sino del propio Presidente de la República.
Sin embargo, creemos que la SAGARPA requiere de intensificar los servicios, apoyos y programas para alcanzar más altos índices de productividad.
Ocuparse con mayor efectividad en que el campo cuente una mayor inversión y menos gasto corriente. Que la mayor parte del presupuesto federal se destine a la inversión rural y que adelgace notoriamente su aparato administrativo.
¿Es posible, con la misma estructura del campo de México, impulsar nuevas políticas públicas que aumenten la productividad?
Se supone que el Gobierno Federal cuenta con una estructura orgánica adecuada, como la podrá tener cualquier país con un desarrollo similar al nuestro.
Lo que ocurre, para mal, es que las políticas de desarrollo rural en México, han sido determinadas por varias razones. Una, la globalización; otra, la firma de 12 Tratados Internacionales de Libre Comercio, los cuales incluyen a 44 países. Estos acuerdos nos obligan en cierta forma, a comprarles y a que nos compren productos del sector agropecuario y agroindustrial.
¿Es posible con la reforma y las mismas herramientas productivas y gubernamentales eliminar el principal cuello de botella del campo mexicano, que es la comercialización nacional e internacional?
Para resumir, podemos afirmar que no hay solamente cuello de botella en la comercialización de las cosechas. Hay cuellos en la producción, productividad, investigación, en la ciencia, en la tecnología, en el financiamiento, en la inversión, en la inyección de capital fresco al campo, casi en todo hay cuellos de botella. Y eso tiene que cambiar.
LO DIJO
En la CNC consideramos que con el cambio del Procampo al Proagro productivo se inicia precisamente la reforma profunda al campo, que se basa en disminuir el asistencialismo y dar apoyos a la productividad»
Senador Gerardo Sánchez García
Presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC)
LO DIJO
La función de la reforma integral del campo en México debe quedar clara: el concepto sustancial de este documento, no es aumentar el monto de la caja fuerte para entregar recursos sin tener ningún impacto en la producción»
Ing. Luis Fernando Haro Encinas
Director General del Consejo Nacional Agropecuario (CNA)
EL DATO
30 millones de productores del campo, serán beneficiados con la gran reforma. El “Programa 65 y Más” bajará cinco años el derecho a la pensión alimenticia, además de que los campesinos contarán también con el “Programa de Salud Universal”, el Seguro de Desempleo y con un mayor presupuesto para el agro en el próximo año 2014
LA CIFRA
3,500
Millones de dólares es el déficit que la balanza agropecuaria mexicana ha presentado en los últimos años; además, de la dependencia alimentaria del exterior en un 50%.
LUEGO DE LAS Reformas Educativa, Hacendaria, Energética y Política, llegó la hora del campo: habrá en 2014, Reforma integral al Campo.
LA GRAN Reforma al sistema agropecuario nacional, no es para aumentar subsidios, ni beneficiarse a grupos, busca la productividad en el campo.
HAY BENEPLÁCITO en la producción por el anuncio del cambio de estructura del sistema agroalimentario nacional.